No hay mejor tapa que la sonrisa para disfrutar de La Tertulia

Aterrizar en la hostelería sin más bagaje que el placer de relacionarse con las 

personas, con todas, es....el ingrediente básico para engendrar una parroquia fiel. Lo hizo hace cinco años Javier de Paz, con el huracán Sonia soplando incansable para que la vela no se desinfle nunca. Primero en la parte más familiar y de barrio de Fray Luis de León, más tarde en la zona comercial y hotelera de la calle. Lleno siempre hasta la bandera, tapas ‘fijas’ y otras que sorprenden, piruletas para los pequeños, desayunos Diario de León en mano («el ‘papel’ no puede faltar»). Ahora con terraza para afrontar la desescalada que arrancó el primer día que pudieron servir café para llevar. Javi heredó el gen «comercial» de su padre y lo ejerció vendiendo camiones, muebles, ropa,... Ahora navega feliz entre mesas y barra con la bandeja repleta de cafés, cañas e historias que por allí sobrevuelan. Ahí donde saben tu nombre es un buen lugar para amarrar. O donde notas que, aun recién llegado, formas ya parte de una parroquia con tu misma religión. La del goce y el buen rollo. Nada hay más refrescante.