Abren ‘Las Médulas’ del Manzanal

El Bierzo y sus estribaciones montañosas siguen arrojando sorpresas de arqueología y patrimonio de época romana. En Montealegre, el empeño del ingeniero de Minas Roberto Matías, con la ayuda de la Diputación, la Junta, el Ayuntamiento y tres juntas vecinales, ha permitido el desescombro, excavación arqueológica y adecuación de una mina de oro romana. Se trata de una galería de 140 metros de largo, excavada a pico en roca y que ahora son ya transitables 100 metros. Se podía decir que son —salvando las grandes diferencias y para hacerse una idea— «Las Médulas» interiores del Manzanal. Esta cuidada mina está en el barranco del Górgora, conocido como Peña Infierna.

La próxima semana se abrirá en Ponferrada una exposición sobre los trabajos y también se ofrecerá una conferencia sobre este hallazgo y actuación. Cuenta Roberto Matías que en esta zona de Villagatón-Brañuelas se encuentra un curioso conjunto de minas de oro romanas, realizadas tanto a cielo abierto por minería hidráulica, como por labores subterráneas en yacimientos de cuarzo aurífero. «Las evidencias de minería romana en roca se extienden por todo el Valle de los Prados a lo largo de 1,5 kilónetros, si bien, la de Peña Infierna es la más importante», precisa.

De todas, destaca los trabajos mineros en esta galería, cuidadosamente excavada a pico en la roca y que será visitable. Los trabajos de excavación acometidos convierten esta galería de 140 metros en la de mayor longitud de este tipo conocida en la provincia de León. Explica Matías que esta galería se perforó originalmente para dar acceso y drenaje a la mineralización de cuarzo aurífero, cuyo afloramiento se encuentra 90 metros por encima y que también fue explotada a cielo abierto. «Antes de la intervención, el acceso a los 140 metros de recorrido de esta galería sólo podía realizarse arrastrándose en penosas condiciones, teniendo incluso que superar algunos pasos estrechos de apenas 40 centímetros de altura», detalla.

Por iniciativa del Ayuntamiento de Villagatón-Brañuelas y de la Junta Vecinal de Montealegre se iniciaron en 2019 los trabajos de desescombro con una subvención de la Diputación Provincial de León (Instituto Leonés de Cultura). En esta primera fase se acondicionó la entrada que se encontraba prácticamente obstruida e inundada, avanzando 15 metros hacia el interior.

Detalle virtual de la entrada a la mina romana de oro y el trazado de los 140 metros de galerías, atravesando filones de cuarzo. R.M.

Ahora, en una segunda fase iniciada en noviembre 2019 y terminada en junio de 2020, con financiación de la Consejería de Cultura y el programa Interreg, se continuó la limpieza. Pero, «debido al incremento de las dimensiones de la galería, ocultas bajo toneladas de escombro», el avance se ralentizó y sólo se pudo avanzar hasta los 66 metros. En este momento se pidió ayuda y colaboración a las Juntas Vecinales y Ayuntamiento, que financiaron hasta los 88 metros y los últimos 12 metros fueron realizados mediante la aportación particular del director técnico Roberto Matías Rodríguez. «Los trabajos se han interrumpido a los 100 metros de la entrada porque la galería ya entraría en la zona de explotación y sería necesario fortificar con técnicas mineras para garantizar la seguridad en el avance», explica, al tiempo que destaca la labor realizada por el personal de la empresa adjudicataria (Riesco y Marcos, S.A.) retirando a mano con carretillos especialmente adaptados a las condiciones de la galería más de 150 toneladas de escombros en un medio difícil, con humedad, goteras, barro, agua y varios estrechones donde apenas entraba el carretillo.

Entrada a la galería.  R.M.

Características

La galería presenta dos tramos diferenciados: uno de 40 metros, excavado en el conglomerado estéril y prácticamente perpendicular a los filones de cuarzo aurífero, y otro de 100, excavado ya siguiendo filones de cuarzo hasta entrar en la zona de explotación, que se sitúa aproximadamente a los 106 metros del recorrido. «La galería está tallada en la roca y presenta una sólida estructura abovedada en forma de cañón en el acceso exterior, y que hacia el interior va adoptando en algunos tramos una disposición ligeramente apuntada», relata el ingeniero. Indica que la altura media de este tramo inicial está en torno a 1,80 a 1,90 metros, y su anchura máxima es de 1,20 al nivel de los andenes laterales. La cuneta profunda se encuentra ya en el tramo inmediato a la entrada. «El fondo de este canal está recorrido permanentemente por una delgada lámina de agua, variable en función de las condiciones meteorológicas. A medida que nos acercamos al cambio de dirección la altura disminuye notablemente, para recuperarla tras pasar esta, a la vez que desaparecen los andenes laterales», explica.

«A partir de los 40 metros, la galería sigue un haz de filones de cuarzo y presenta diferentes estrechamientos y ensanches marcados por la naturaleza de la roca, hasta alcanzar los 100 metros, donde se aprecia la finalización de la galería de acceso y drenaje y el comienzo de la zona de explotación», abunda. Destaca la existencia de lucernarios a lo largo de las paredes de la galería, consistentes en pequeñas oquedades de forma oval practicadas en la roca, a una altura media de la pared, que se dispusieron a trechos regulares, destinados a alojar las lucernas o dispositivos similares para la iluminación en época romana de esos trabajos subterráneos. También se reconocen las huellas de los picos utilizados en la excavación.

Los trabajos de desescombro con carretillo fueron dificultosos. R.M.