Acevín reconoce el papel de Prada como precursor del enoturismo en España

Poco le queda que ganar a José Luis Prada en reconocimiento de su labor de defensa del Bierzo y sus valores endógenos. El último galón que el empresario berciano fundador de Prada A Tope ha colgado en su chaqueta es el Premio Especial al Mérito Enoturístico que entrega la Asociación Española de las Ciudades del Vino (Acevín), de la que forma parte la Ruta del Vino del Bierzo (Bierzo Enoturismo).

Durante la noche del viernes, en un acto celebrado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), se hizo público el galardón junto con el resto de premiados en los sextos Premios Rutas del Vino de España. El jurado ha valorado la «dedicación de toda una vida al sector», el «trabajo constante desde diferentes ámbitos» para favorecer la «recuperación y modernización de la tradición vitivinícola» y la «creación de una oferta de calidad tematizada y capaz de crear desarrollo y riqueza, respetando el entorno y la singularidad del territorio».

Haber servido de «referente para varias generaciones por la energía que demuestra en cada proyecto que emprende, por la creación constante de nuevas aventuras, por su compromiso con el medio ambiente y por la creencia firme y la defensa de un territorio rural basado en la agricultura», han sido otros atributos de José Luis Prada que han pesado en la decisión del jurado.

«Feliz». Así aseguró estar el galardonado tras conocer la noticia. Feliz, sobre todo, porque el premio le será entregado el día 17 de noviembre en el Reina Sofía de Madrid y en este marco —destacó— se hablará del Bierzo «con dignidad» y de sus vinos y de su turismo de calidad. «Eso es lo importante», apostilló.

Prada reconoce que cuando comenzó con su aventura personal y empresarial en el Palacio de Canedo, allá por los años 80, «no sabía de la existencia de esa palabra, enoturismo, pero tenía claro que si no llevábamos a los visitantes a las viñas no veían lo mejor de nuestro trabajo». Además, Prada entiende este premio como «un reconocimiento nacional a nuestra filosofía de vida» y demuestra que «nuestro esfuerzo de muchos años merece la pena». «Nos da alas para seguir haciéndolas», afirmó.