La agricultura berciana clama para tener sistemas antihelada y antigranizo

Lo que iba a ser una rueda de prensa para presentar una ruta entre manzanos y perales se convirtió en una queja sobre el desdén con el que las administraciones públicas tratan al campo berciano, a pesar de sus buenas palabras, y en especial a la hora de ayudar al sector a instalar los sistemas antihelada y antigranizo a la vez que se moderniza el regadío, para que los agricultores «no tengan que estar mirando al cielo», se lamentó el director técnico de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA) y de los sellos de calidad de los frutales y la castaña del Bierzo, Pablo Linares.

Espoleado por el concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Carracedelo, Daniel Franco, que advirtió de que las administraciones «dejan morir al sector agrario» y los agricultores entre los que se encuentra también deberían hacer autocrítica, Linares reclamó a la Junta de Castilla y León, sobre todo, pero también al resto de las entidades públicas para que le dediquen a la agricultura la misma atención que a otros sectores productivos si quieren que realmente se convierta en un motor de la economía berciana. «Se nos llena mucho la boca hablando de los siete sellos de calidad y del potencial de la agricultura berciana, Llevo años escuchando lo del potencial y queremos ver la realidad. No nos podemos permitir no transformar ese potencial en realidad».  

Y el paso necesario pasaría por ayuda a los agricultores a instalar mallas antigranizo y torres antihelada para que el clima deje de ser un factor que lastre el desarrollo de los frutales a la vez que se lleva la concentración parcelaria para modernizar el regadío. Linares insistió en que los seguros agrarios sólo cubren las pérdidas de la cosecha a los agricultores, pero el resto del sector que comercializa la fruta se arriesga a pasar por años en blanco y a perder a los intermediarios o adaptarse a sus precios en los años siguientes.  

El director técnico de ABA insistió en que aquellos lugares donde de verdad apuestan por la agricultura, el sector no depende de que no hiele o el granizo no estropee la cosecha. «Si realmente se cree que este sector puede mantener la economía de la comarca tiene que haber algo más que discursos», aseguró. Y recalcó que las tres líneas donde hay que actuar son la citada mejora del regadío, pero también ayudas para cubrir parte de los costes de instalar torres antiheladas, con un coste de 50.000 euros la unidad, y mallas antigranizo; 25.000 euros por hectárea.  

Linares insistió en que la agricultura le da estabilidad a la economía berciana, demasiadas veces dependiente de industrias y empresas más o menos efímera.  

SECTOR SIN AYUDAS

A su lado, Daniel Franco había hecho instantes antes una defensa apasionada del campo berciano. «Somos el único sector que no ha dependido de ayudas; solamente tenemos Agroseguro. Somos el sector que tira del carro en el Bierzo, como el turismo, porque otros se han ido al traste. Si lo dejamos morir, y lo estamos haciendo, será la estocada definitiva de la comarca», afirmó.