Aparecen los restos de un oso joven muerto por traumatismo en Fabero

El aviso de un particular activó la alerta tras la aparición de los restos de un oso pardo joven en montes de la pedanía de San Pedro de Paradela, perteneciente al municipio de Fabero. Practicada la necropsia, lo único que se ha determinado es que, probablemente, el animal murió por un traumatismo en la cabeza. Qué o quién se lo provocó no se ha aclarado. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León confirmó ayer el hecho, informando de que el joven oso tenía un año de edad y presentaba una fractura en los huesos del cráneo compatible con la causa de la muerte.

Lo que sí ha quedado constatado es que no hay rastro de pólvora en los restos localizados, que se componen principalmente por los huesos de las extremidades anteriores y el cráneo, junto con la piel de la espalda y de las partes anteriormente mencionadas, no hallándose la musculatura correspondiente, a excepción del cráneo y las garras. «La necropsia ha confirmado que se trata de un ejemplar nacido el año anterior de calendario (de segundo año) con toda la dentición permanente completa, encontrándose los caninos aún en proceso de crecimiento. El sexo del ejemplar no ha podido determinarse», especificaron fuentes de Fomento y Medio Ambiente.

Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León que trabajan en la zona fueron los primeros en comprobar el estado en el que se encontraba el oso pardo tras el aviso de la persona que lo localizó el domingo. Inmediatamente, se dio traslado del caso al Seprona de la Guardia Civil para proceder al levantamiento del ejemplar, en el que también participaron agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y personal de las patrullas oso de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León. Después, los restos fueron llevados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de la Junta y, en la mañana de ayer, se les practicó la necropsia.

«El ejemplar presenta fractura ante mortem en los huesos del cráneo, asociado a un traumatismo inespecífico, y otra fractura post mortem en la mandíbula. En el estudio radiográfico realizado se ha descartado la presencia de restos de plomo. Las extremidades anteriores presentan astillamiento en sus extremos. Igualmente, se han hallado perforaciones circulares en los restos de piel. Todas estas lesiones son compatibles con la predación de un carnívoro de gran tamaño», recoge el informe que ha dado a conocer la Junta de Castilla y León.

El mismo documento especifica que «solo se ha encontrado una fractura producida ante mortem, la cual no está asociada al resto de lesiones halladas compatibles con predación». Por lo tanto y aunque «a priori se desconoce la causa de muerte del ejemplar, con los restos examinados y a falta de los resultados de los análisis toxicológicos, la causa más probable de la muerte es por traumatismo».

Casos anteriores

Entre los casos más recientes de osos localizados heridos o muertos en territorio berciano están tres en el municipio de Palacios del Sil. En mayo de 2019, un oso de avanzada edad y gravemente herido fue encontrado parcialmente sumergido en un arroyo con diversas heridas de consideración e incapaz de mover las patas traseras. Fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre y allí falleció por una infección que no fue capaz de superar.

También en el municipio de Palacios, en Tejedo del Sil, apareció el esqueleto de un ejemplar que pudo haber muerte por una trampa ilegal. Y en 2011, efectivos de la patrulla oso Alto Sil de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León localizaron el cadáver de otro oso pardo semienterrado en el mismo término municipal.