Las brujas de Salem y el juez que las condenó

Mercedes Fisteus, nacida en Villablino hace 24 años, llevaba escritas cien páginas de su primera novela, un relato ambientado en el episodio de las brujas de Salem que ya le sirvió al dramaturgo Arthur Miller para ofrecerle al público una de sus obras de teatro más conocidas, cuando se dio cuenta de que no estaba aportando nada nuevo. Y comenzó de cero, «sin rescatar nada», para narrar la historia de aquellas mujeres de Nueva Inglaterra sentenciadas a la horca por brujería en 1692 —en uno de los casos más famosos de histeria colectiva— desde el punto de vista del juez que las condenó. Así llegaron, no cien, sino 238 páginas en la edición de Algaida, de la novela que finalmente tituló Dentro de dos años , último premio Ateneo Joven de Sevilla, y que en la tarde del sábado trajo a la autora de Laciana hasta la Casa del Libro del Centro Comercial El Rosal para presentarla a los lectores de Ponferrada.

Y el juez William Stoughton que imagina Fisteus, y del que apenas hay documentación histórica, es un hombre arrepentido. «La novela es un viaje físico, pero sobre todo moral, que también me llevó a la España del siglo XVII», contaba la escritora parar presentar un relato escrito con pulso feminista, porque si a Miller la historia le sirvió para denunciar la caza de brujas del macartismo , Fisteus está convencida de que la condición de mujeres de las primeras acusadas en Salem, viudas, taberneras o con un negocio heredado de sus maridos fallecidos, influyó en la condena. «No estaba bien visto que las mujeres se dedicaran a esas actividades o no dependieran de un hombre», explica.

La autora, que estudió Derecho y Relaciones Laborales en Madrid, donde reside, ha dejado algunos libros firmados en la Casa del Libro para aquellos lectores rezagados que quieran sumergirse en una novela avalada por el Premio Ateneo Joven.