Cacabelos recorta las bombillas
El Ayuntamiento eliminará una de cada dos luminarias del alumbrado público como parte del plan de ahorro. Prevé gastar un 25% menos en la factura de la luz.
«Esta sí, esta no». Como en la canción. El Ayuntamiento de Cacabelos suprimirá una de cada dos bombillas en las farolas o luminarias que jalonan una gran parte de las calles de la villa del Cúa y de los pequeños pueblos del municipio. La iniciativa forma parte de un catálogo de ajustes mucho más amplio que el nuevo alcalde, el popular Adolfo Canedo, pretende presentar la próxima semana a todos los cacabelenses a través de los medios de comunicación.
«El plan de ahorro tiene un alcance mucho más profundo», promete el regidor, que en las últimas semanas ha saltado tristemente a la parrilla de la actualidad nacional por la situación de bancarrota que arrastra el Ayuntamiento, y que en buena medida es achacable a ocho años de gobierno socialista en los que el control de la contabilidad brilló por su ausencia.
El recorte de luz, con todo, no alcanzará a los edificios públicos. Tampoco a algunas de las vías o plazas principales de Cacabelos. Pero sí a espacios donde por estética urbana o porque no entrañe riesgo para la seguridad del vecindario se pueda prescindir de una de cada dos luminarias. De ese modo, además, será posible paliar el problema de falta de repuestos que desde hace ya tiempo sume en la oscuridad a localidades en las que de siete farolas no funciona ninguna. «Emplearemos estas bombillas en tratar de uniformar el alumbrado en todo el municipio», razona Canedo, que comprende que las suministradores de material eléctrico no quieran seguir surtiendo al consistorio por los impagados que acumulan.
El recibo. Aunque es posible que con el nuevo plan se alcance a casi un 50% de las bombillas en funcionamiento, el recorte de la factura municipal de la luz, que alcanza cerca de 20.000 euros al mes, no resultará equivalente. «Tal vez consigamos un ahorro del 25%, porque insisto en que en las vías principales y en los edificios públicos esto no se puede acometer y que hay que reponer el alumbrado en zonas rurales que están en penumbra», remarca el primer edil del tercer ayuntamiento del Bierzo, sobre el que se acumula una deuda que ronda los once millones de euros.