Cambio climático en el Bierzo: entre algún síntoma y menos contaminación

¿Está afectando el cambio climático al Bierzo? Es evidente que si el Ministerio para la Transción Ecológica y el Reto Democrático (Miteco) considera que ya está afectando a toda España, la comarca berciana no puede ser ajena, aunque son pocos los datos concretos que se pueden poner sobre la mesa por la falta —como en tantos otros temas— de estudios específicos sobre la comarca.

El director técnico de los Consejos Reguladores del Bierzo, Pablo Linares, no tiene datos numéricos pero sí advierte de algunos síntomas como el reparto de aguas a lo largo del año. «Aunque la pluviometría anual pueda ser similar, se están produciendo cambios en el régimen de lluvias. Antes llovía más repartido todo el año y ahora se concentran periodos lluviosos largos, con periodos secos muy prolongados», explica.

En su página web, el Miteco asegura que «el cambio climático ya es una realidad que se expresa en todo el planeta a través del ascenso de las temperaturas medias, la subida del nivel del mar, el deshielo en el Ártico o el aumento de los eventos extremos» y, en clave nacional, advierte de otros síntomas, como el alargamiento de los veranos o la disminución de los caudales medios de los ríos.

En clave berciana, Pablo Linares confirma en ese sentido que se están produciendo inviernos menos duros: «Los inviernos están viniendo muy suaves, aunque puntualmente haya una semana o dos con temperaturas muy extremas. La media es más suave y eso provoca el adelanto de los cultivos y, por lo tanto, un mayor riesgo de daño cuando ocurren las heladas primaverales».

La Junta de Castilla y León aprobó en 2009 la Estrategia Regional contra el Cambio Climático para la siguiente década, hasta 2020, y está inmersa en el trabajo para los próximos años, según explican fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que dirige Juan Carlos Suárez-Quiñones. En ese documento, se trazaron una serie de medidas con el objetivo de compatibilizar el crecimiento económico y social de Castilla y León con la preservación del medio ambiente. «La Estrategia Regional de Cambio Climático -decía a modo de resumen ese documento— plantea reducir la contribución al cambio climático a través de una serie de medidas, como el control de las emisiones de gases efecto invernadero, «focalizando la actuación en los sectores difusos (tráfico, sector residencial, agricultura, etc.); el aumento de medidas para aumentar la capacidad de absorción de CO2 de la atmósfera por parte de las formaciones vegetales y los ecosistemas y asegurar el abastecimiento energético a través de medidas como la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y el fomento de las energías renovables».

El final de las térmicas y de la explotación del carbón en el Bierzo está teniendo ya una incidencia en esos medidores. La Dirección General de Calidad y Sostenibilidad (Servicio de Prevención Ambiental y Cambio Climático) de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a petición de este periódico, responde que «evidentemente el cierre de las centrales térmicas supone una mejora ambiental importante aunque dado que las emisiones se producían a una altura elevada, los efectos sobre el Bierzo se reducen».

Otros datos constatables son una reducción significativa de los contaminantes vinculados al tráfico como es el NO2 «y derivado de ello el incremento de las medias de ozono sin que esto se haya reflejado en la superación del valor objetivo de protección a la salud que no se ha superado nunca en el Bierzo».

Respecto a las partículas en suspensión, se aprecia la reducción en los años de la crisis y su incremento en los años siguientes. de todas formas, este parámetro en 2020 y a futuro, bajará por ser su principal fuente en el Bierzo las centrales térmicas, recalcan las mismas fuentes.