Carucedo y Puente piden la reforma de la N-536 y enlace directo a la A-76

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Esta allí desde mayo de 2019. Un semáforo provisional que regula el tráfico entre el kilómetro ocho y nueve de la carretera N-536 entre Santalla y Priaranza del Bierzo, donde un desprendimiento obligó a cortar uno de los carriles hace catorce meses. «Y desde entonces los obreros de la Demarcación de Carreteras están allí todos los días desde las siete de la mañana», cuenta el alcalde de Carucedo, Alfonso Rodríguez.

Pero el semáforo de Santalla y una reparación que se está eternizando y que genera colas de tráfico especialmente en los días de mayor afluencia al vecino yacimiento de Las Médulas, es solo uno de los males de la N-536, una carretera olvidada, denuncian los alcaldes de Carucedo y de Puente Domingo Flórez, que todavía puede quedar más relegada de las prioridades de las administraciones con la construcción de la autovía A-76 entre Ponferrada y Orense siguiendo el trazado de la actual N-120

Eliminar curvas que dificultan el paso de los camiones con la pizarra que se extrae de la Cabrera, resolver los problemas de desprendimientos a la altura del túnel de Peñarrubia y habilitar un enlace directo con la futura A-76 son las peticiones ante el Ministerio de Fomento, pero también ante otras administraciones, para que la N-536 se benefice de una verdadera reforma que mejore su funcionalidad.

Y es el alcalde de Puente, Julio Arias, el que clama para que las obras de la autovía incluyan un enlace directo con la N-536. Arias teme que la salida de Sobradelo a la N-120, que deja a un lado el enlace con el Barco de Valdeorras, arrincone a su municipio. «Los proyectos para hacer un enlace con la A-76 existen, claro que existen, pero si no los ejecutan nos van a dejar aislados».

Pero Arias no se queda en la reivindicación del enlace directo con la autovía a Orense. También pide a otras administraciones como la Junta de Castilla y León y la Diputación de León que se involucren en la mejora de las comunicaciones entre Puente y la Cabrera, punto de salida de la pizarra, hoy en día una de las principales industrias del Bierzo. «También está la LE-164 o la carretera de San Pedro de Trones».

Arias coincide con su vecino, el alcalde de Carucedo, en que el riesgo de desprendimientos lastra a la N-536, especialmente a la altura del túnel de Peñarrubia. «Cuando conduces por allí tenemos que ir mirando hacia arriba por si cae algo», cuenta Arias.

Alfonso Fernández entiende que las mallas que sujetan el terreno en la zona no son una solución con suficientes garantías. «Se han gastado mucho dinero para no resolver el problema .Es necesario prolongar el túnel de Peñarrubia con un falso túnel», propone.

Alfonso Fernández también recuerda que «solo entre los kilómetros 23 y 24 hay hasta 15 curvas». Y deberían eliminarse muchas de ellas. El regidor de Carucedo advierte de los problemas que sufren los camiones de pizarra cuando se cruzan en tramos tan virados. Y estamos hablando de una carretera nacional. «Es una carretera que acoge mucho tráfico por Las Médulas, y por la pizarra». Y recuerda que si el tramo de Sobradelo con el Barco costará 63 millones de euros, lo justo es plantearse también una verdadera reforma de la N-536. «Que no quede de lado», pide Alfonso Fernández, que todavía no entiende como una reparación de urgencia se ha convertido en una obra que estrangula con un semáforo la carretera entre Santalla y Priaranza del Bierzo desde hace catorce meses.