Cata con la primera sumiller berciana en la Peña del Seo

Cuando se prueba el vino por encima de los mil quinientos metros sobre el nivel del mar, en lo que los expertos llaman Cata de Altura, «todos tus sentidos están al límite y eso te da capacidad para captar matices que de otro modo sería imposible», comentaba ayer la que se ha convertido en la primera sumiller berciana acreditada como tal por la Junta de Castilla y León, Mónica González Diñeiro, para explicar las razones que el domingo la llevaron a subir, junto a un grupo de senderistas y con el vino en las mochilas, hasta lo alto de la Peña del Seo. Porque el legendario pico del wólfram, situado a 1.579 metros sobre el nivel del mar, ha sido el lugar elegido por González Diñeiro, que es de la zona, para celebrar su nueva capacitación oficial y de paso impartir su primera cata.

Igual que hay ‘vinos heróicos’, porque las vides crecen a más altura de lo normal, también existen las catas de altura, donde los sumillers buscan las mejores condiciones para evitar cualquier tipo de contaminación en el paladar. Y el aire limpio y despejado, la altura, son condiciones idóneas. «En nuestro país ya se han hecho este tipo de catas en el Teide y en el Mulhacén y el Bierzo no podía ser menos», explicaba ayer Mónica.

La nueva sumiller acreditada eligió para su primera cata a un grupo de amigos, «todos relacionados con el mundo del vino» para probar y comentar dos vinos de cosecha propia —un blanco maceración carbónica de uva Palomino y un tinto Mencía de la añada 2021— bajo un sol de invierno que ayudó a caminar por las sendas empinadas que en otro tiempo cruzaban los contrabandistas de wólfram y los vecinos de la zona que iban a ‘rapiñar ‘el mineral. «Ha sido toda una experiencia hacer la ruta desde Cadafresnas, con la emoción que produce la subida de la adrenalina al hacer cumbre y disfrutar de la sensación de tener el Bierzo a tus pies. Y eso, unido a la estupenda cosecha que nos dieron nuestros viñedos, ha sido todo un lujo», comentaba ayer.

Mónica González Diñeiro, que ya llevaba quince años en la Asociación de Sumilleres de León, decidió aprovechar el tiempo de la pandemia para presentarse a la Acreditación de Competencias de Sumiller que convocó la Junta de Castilla y León a finales de 2020. Seleccionada junto a otros 173 personas —71 de ellas, mujeres, pero solo dos varones más del Bierzo— el pasado 15 de diciembre aprobaba todas las unidades de Competencia y se convertía en la primera berciana en obtener la capacitación oficial por parte de la administración autonómica, algo que hasta ahora solo se obtenía a través de organismos privados, explica.

La sumiller no se olvidó de quien fue su «maestro», el reciéntemente fallecido enólogo José Luis Santín, a quién ha querido dedicar la cata en la Peña del Seo. «Fue uno de los primeros de una generación sacrificada, en la que hacer buenos vinos era muy difícil y sin embargo hicieron magia».