Diario de León

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El cierre de la noche ahoga a los taxistas tras recuperar un 30% de la facturación

La autorregulación les había permitido capear el temporal, pero la cuerda se ha vuelto a tensar

parada de taxis en POnferrada coronavirus foto Luis de la Mata

Ponferrada

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El sector del taxi en Ponferrada había conseguido sobreponerse a la crítica situación derivada del confinamiento gracias a una serie de medidas de autorregulación con las que los taxistas habían podido recuperar un 30% de la facturación perdida, que llegó a caer por encima de un 80% en abril. Ahora mismo, estaban prácticamente a un 50% con respecto a la normalidad anterior al coronavirus, pero las nuevas restricciones impuestas al ocio nocturno que, precisamente, ha tenido un peso fundamental en la recuperación, han vuelto a tensar la soga y a poner en serios aprietos a un colectivo que está haciendo «lo comido por lo servido». «Con lo que hay, nuestro negocio no es nada más que de subsistencia», aseguró el secretario y tesorero de la Asociación Radio Taxi de Ponferrada, José Luis Rodríguez.

«La noche ha muerto del todo», se lamentó Rodríguez, que explicó que los servicios de fin de semana para trasladar a jóvenes hacia las zonas de copas dejan a los taxistas hasta cuatro de cada diez euros de la facturación mensual. Un ingreso que han perdido de repente con la entrada en vigor de las nuevas normas que tratan de poner freno a los rebrotes de la Covid-19. Y ello sin tener acceso a las ayudas que sí percibieron los taxistas durante los meses de confinamiento. «Seguimos estando autorregulados pero sin las ayudas del 75% de pérdidas», apuntó.

«La noche ha muerto del todo y para nosotros ha sido el remate ahora que habíamos notado una mejoría» - JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ, RADIO TAXI PONFERRADA

Cuando el secretario de Radio Taxi Ponferrada habla de autorregulación se refiere al sistema de trabajo que han establecido para poder «capear el temporal». Si durante los meses de confinamiento trabajaban únicamente un día a la semana y de las 61 licencias vigentes integradas en la asociación, únicamente estaban operativas una veintena; ahora prácticamente todos —salvo quienes están de baja— han vuelto a la carrera y trabajan tres días por semana y un fin de semana al mes.

«Al no haber ayudas, hay que salir a por todas porque no nos queda otro remedio. Por eso, estamos trabajando prácticamente todos los compañeros, pero regulándonos para controlar el flujo de trabajo», detalló José Luis Rodríguez. Aproximadamente, están trabajando quince taxis por día, distribuidos en las diferentes franjas horarias. «Interesa estar menos unidades para que, al menos, el tiempo que estés tengas ocupación. Sería muy triste estar horas parado en fila y no llevar ni un mínimo a casa», apuntó. Según lo están haciendo les da para ir cubriendo gastos, pero siempre mirando de reojo a la temporada otoño-invierno, que puede decirse que es de hibernación.

Sistema de trabajo

Cada taxi trabaja tres días por semana y un fin de semana al mes. Hay unos quince taxistas por día

«Los meses fuertes para nosotros son los de primavera-verano», recordó el secretario de Radio Taxi. La Semana Santa, el incremento del número de peregrinos del Camino de Santiago, el regreso de los estudiantes a Ponferrada y, con ello, el repunte de los servicios nocturnos; y, por supuesto, las fiestas de la Encina, que este año tampoco cuentan y que dejan hasta el 20% de la recaudación total del verano. Todo esto marca la temporada fuerte para el sector del taxi, es lo que les permite facturar para poder afrontar la temporada baja. Pero este año no ha podido haber acopio porque «no hay movimiento».

«Las mañanas funcionan bastante bien con la organización que tenemos, pero las tardes se quedan paradas», aseguró Rodríguez. Si bien hay mucha gente en Ponferrada y en su entorno rural, «la gente evita desplazarse, se queda donde está». Tampoco hay peregrinos extranjeros, que son los que dejan las ganancias a los taxistas. Sí que ha habido, por contra, un ligero repunte de los servicios para acudir a consultas médicas; pero eso con compensa el resto de pérdidas. Ahora, está a la expectativa de qué pasa con el curso escolar y las rutas para llevar a los estudiantes a los colegios. «Hay compañeros que dependen de ello», explicó José Luis Rodríguez.

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