Comienza la restauración de la cantera que enturbia Las Médulas
Suárez-Quiñones afirma que en el plazo de un mes podrá empezar también la de la Gran Corta
El consejero y autoridades participantes en el acto. L. DE LA MATA
El consejero de Fomento y Medio Ambiente en funciones de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones visitó ayer el municipio de Carucedo para asistir a la firma del acta de replanteo que marca el inicio de las obras de restauración de la explotación de caliza Peña El Rego que la empresa Canteras Industriales del Bierzo S. A. (Catisa) explotó hasta el año 2020. Una cantera que enturbia el paisaje y la vista del Espacio Cultural de Las Médulas y que será parte del pasado en un plazo de catorce meses. Este es el tiempo que la empresa adjudicataria de los trabajos, Herrero Temiño, tiene para su ejecución, con un presupuesto que supera en poco el millón de euros (1.028.775 euros).
El inicio de la «renaturalización» de la cantera de Las Médulas, tal y como lo definió el consejero, marca también el despegue del «ambicioso programa de reconstrucción natural del Bierzo», dijo; porque «en el plazo estimado de un mes» podrán comenzar las restauraciones pendientes en los municipios de Fabero, Igüeña y Torre del Bierzo y Villagatón. Precisamente, hace tan solo unos días, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico emplazó a la Administración autonómica a que agilizara el proceso para poder empezar a ejecutar los trabajos que se harán con cargo a más de 70 millones de euros de fondos europeos.
La restauración de la cantera de Catisa contempla la reforestación del suelo con la plantación de 10.500 árboles y arbustos. Esa será una de las últimas fases de un proyecto de recuperación ambiental que comenzará con el desmantelamiento de las instalaciones y edificios y continuará con el tratamiento de residuos, la conformación de taludes resultantes de las demoliciones, la restauración vegetal de todas las superficies y el tratamiento de taludes rocosos y bermas visibles desde el mirador de Orellán.
«El estado de este espacio irá mejorando progresivamente. Las repoblaciones con árboles no crecen de un día para otro. Todo requiere su tiempo para eliminar, por fin, el impacto visual», apuntó Juan Carlos Suárez-Quiñones, poniendo en valor la importancia de recuperar los terrenos degradados por la actividad minera para crear «nuevas oportunidades».
Cuatro grandes fases
Las obras en Peña El Rego se desarrollarán en cuatro fases diferenciadas. Primero, se procederá al desmantelamiento y demolición de las instalaciones y edificios que quedan de la explotación y se desmontarán las instalaciones tipo grúa o silos. Por otro lado, se realizará una limpieza general de la cantera en lo relativo a vertidos incontrolados de escombros y todo tipo de residuos. El hormigón demolido se triturará in situ y se reutilizará en obra para zonas de relleno; mientras que el resto de residuos serán enviados a un gestor autorizado.
Tras el desmantelamiento y de forma previa a la restauración pura y dura, se acondicionarán los taludes afectados por las demoliciones para garantizar su estabilidad. Ello requiere de un movimiento de tierras que contempla la reutilización del hormigón machacado en la fase anterior y la limpieza de los montones de tierra repartidos por la explotación. Se moverán unos 80.000 metros cúbicos de tierra.
La última fase será ya la restauración en sí del terreno e incluye diferentes actuaciones dependiendo de si trata de taludes rocosos, zonas planas y zonas en pendiente. En líneas generales, se extenderá una capa de sustrato, se realizará una hidrosiembra y se plantarán los más de 10.000 árboles y arbustos de especies acordes con el entorno. En total, se restaurarán once hectáreas de frentes rocosos, 19 hectáreas de explanadas o plataformas y unas ocho hectáreas de taludes.
Finalmente, se harán actuaciones complementarias, como la ejecución de una red de drenaje y tratamiento de escorrentías para proteger al arroyo de Balén y la colocación de elementos de seguridad y balizamiento.