Diario de León

Tribunales

Condenado a penas que suman siete años por maltrato a una joven de 18

Fueron necesarios cuatro policías para poder detenerlo, ante la actitud agresiva del hombre

Vista parcial de la fachada principal de los juzgados de Ponferrada. ANA F. BARREDO

Vista parcial de la fachada principal de los juzgados de Ponferrada. ANA F. BARREDO

León

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La Audiencia Provincial de León estimó parcialmente el recurso de un varón de 35 años que ejerció violencia en el ámbito familiar sobre una joven de 18, con la que mantuvo una relación sentimental durante cuatro meses. Reduce la condena a penas que suman siete años de prisión por violencia doméstica, amenazas, lesiones y atentado contra agentes de la autoridad.

Ella, recién cumplidos los 18 años de edad y en un momento personal de rebeldía en que había abandonado el domicilio de sus padres y llevaba semanas viviendo en la calle, sin asumir responsabilidades, sin estudiar ni trabajar, conoció en junio de 2.019 al acusado de 37 años de edad, con quien compartió consumo de drogas y mantuvo una relación sentimental durante cuatro meses, tres de ellos de convivencia en el domicilio de la abuela del hombre, sito en Ponferrada, relación que terminó el 9 de octubre de 2019.

Durante su relación él desarrolló sobre ella un comportamiento frecuente de dominación, control y violencia física y verbal, dirigiéndose a ella de forma despectiva e intimidatoria, con recriminaciones constantes, humillándola, profiriéndole insultos tales como «tonta», «inútil» y «perdida», chantajeándola emocionalmente y amenazándola con matarla y con partirle la cabeza para que la joven hiciera lo que él quería y empleando la fuerza física con agarrones, empujones, zarandeos, tirones de pelo, patadas y golpes para imponerse sobre ella durante alguna de las discusiones que mantenían.

A finales del mes de agosto de 2.019, mientras la pareja se encontraba en el domicilio que compartían y en el transcurso de una discusión, él obligó a la víctima a desnudarse en el pasillo, con el argumento de que la ropa que llevaba se la había comprado él, acercándole una prenda a la cara mientras le decía «no te toco porque me das asco como mujer».

Del mismo modo y en septiembre de 2.019, durante otro desencuentro ocurrido en la vía pública obligó la muchacha a quitarse los zapatos y a entregarle la chaqueta que llevaba porque se los había comprado él, dejándola descalza en plena calle.

En la mañana del 16 de septiembre de 2019, estando la pareja en el domicilio que compartían y durante el transcurso de una discusión, el acusado agredió a la víctima agarrándola del cuello y propinándole varios golpes, provocándole una crisis de ansiedad y causándole moratones en el cuello que la víctima se fotografió y envió a un amigo contándole lo que le había ocurrido y pidiéndole ayuda, huyendo del domicilio y vagando por la calle hasta que el acusado la encontró y la convenció para que volviera nuevamente a la casa, donde ese mismo día acudió una patrulla de la policía, alertada por los amigos de la víctima preocupados porque no les contestaba el teléfono, encontrando a la joven tumbada en la cama y refiriéndoles que había sufrido unos mareos, no queriendo presentar denuncia. El día 9 de octubre de 2.019, explica también la sentencia, estando nuevamente en el domicilio que compartían y durante otra discusión, el acusado volvió a agredir a la víctima lanzándole el teléfono móvil, cogiéndola por el cuello y llevándola a la cocina donde le lanzó una patada sin llegar a alcanzarle, aprovechando la joven el momento en que el acusado se durmió para abandonar la casa definitivamente y dar por terminada su relación.

Después del 9 de octubre de 2019 el acusado le envió a la víctima varios mensajes de WhatsApp para tratar que volviera con él, pidiéndole disculpas en uno de ellos y diciéndole que no recordaba lo que había ocurrido, mientras que en otros, con imágenes en las que podían verse ropas y enseres de la joven metidas en bolsas de basura, le dijo «que te vaya bonito», «disfruta del colocón» y «ahora mismo voy a casa de mi abuela, cojo toda la ropa, la bajo, la tiro, la quemo y te mando una foto».

El día 11 de octubre de 2019, sobre las 4:00 horas, la víctima se encontraba en compañía de unos amigos en Ponferrada, cuando se personó en el mismo el acusado de forma muy agresiva para reclamarle a la víctima el gato que tenían y la ropa que él le había comprado, iniciando una fuerte discusión.

Personada una patrulla de la Policía Nacional en el inmueble y tras entrevistarse con la víctima, localizaron escondido en la última planta del edificio a el acusado, el cual, muy nervioso y agresivo, se negó a identificarse y trató que los agentes no se acercaran a él, sacando una porra extensible, desplegándola y levantando el brazo con el gesto de pretender darles con ella mientras les decía «os parto la cabeza», abalanzándose sobre él los agentes para desarmarlo, resistiéndose el acusado de forma activa y con violencia a esta intervención policial, siendo finalmente necesarios cuatro agentes para inmovilizarlo, no deponiendo en ningún momento su actitud agresiva y forcejeando con los agentes para tratar de soltarse.

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