Diario de León

Un derrumbe de rocas corta la entrada de Torre

La Junta despeja la calzada y regula el tráfico con semáforos en la antigua N-VI

Toneladas de roca obstruyeron la avenida Santa Bárbara. DL

Toneladas de roca obstruyeron la avenida Santa Bárbara. DL

Ponferrada

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Ocurrió de madrugada y afortunadamente no hay que lamentar víctimas. El desprendimiento de un talud dejó este viernes toneladas de roca en la entrada de Torre del Bierzo por la vieja N-VI durante unas horas. Operarios y maquinaria de la Junta de Castilla y León, titular de la carretera LE-5318, trabajaron durante todo el día para desescombrar el vial, reabierto parcialmente al tráfico en un carril, primero y despejado durante la tarde. El tráfico al cierre de esta edición estaba regulado por semáforos, según confirmó el alcalde de Torre, Gabriel Folgado.

«Hay piedras que pesan toneladas y no está siendo fácil retirarlas», explicó Folgado, que atribuyó a la lluvia y la nieve que ha caído estos días en el Bierzo Alto la inestabilidad del terreno.

El desprendimiento ocurrió en la travesía de la LE-5138 en la avenida de Santa Bárbara, cerca del que fue Bar el Túnel, y tras ser avisada a primera hora de la mañana por el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León envió maquinaria pesada y operarios para retirar las rocas y asentar el terreno.Folgado confiaba en que este sábado la travesía esté totalmente liberada, aunque ayer no descataba que, a medida que se desescombraba la roca pudieran producirse prequeños desprendimientos. «Gracias a Dios que no ha habido ninguna desgracia personal», afirma. El derrumbe sorprendió a los vecinos en torno a las dos de la madrugada.

En Peñalba de Santiago

Por otra parte, la carretera de Peñalba de Santiago, en el municipio de Ponferrada, ha sufrido en las últimas horas un nuevo desprendimiento debido a la acumulación de agua y nieve. El derrumbamiento ya ha sido retirado por los operarios de la empresa Excarbi. El Ayuntamiento de Ponferrada no descarta nuevos derrumbamientos en una carretera que desde 2017, debido a los efectos del primer gran incendio de la Tebaida, sufre la inestabilidad de sus taludes.

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