Sector vinícola
La DO Bierzo se afianza con la salida al mercado de vinos de autor de paraje y villa
Las cuatro primeras bodegas pasan los controles que sitúan a la comarca como una de las zonas vinícolas de vanguardia
No hay en España otra denominación de origen que haya experimentado una evolución tan exponencial, tanto en calidad como en crecimiento, como los vinos del Bierzo en las dos últimas décadas.
De las bodegas familiares al escaparate más internacional y ahora a escribir un nuevo capítulo: la inminente salida al mercado de partidas de vinos de paraje y vinos de villa elaborados con mencía y godello, pero también con merenzao, y monovarietales de garnacha tintorera.
Así lo anunció ayer el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, que en su última reunión aprobó este salto más que sitúa a la denominación de origen «entre las grandes zonas vinícolas del mundo y como una de las grandes impulsoras de este proceso en España», según explicó en un comunicado.
A medio plazo
«Estamos realmente felices de haber podido coronar todos estos trabajos en una sola legislatura. Con la salida al mercado de los nuevos vinos iniciamos un nuevo ciclo para la Denominación de Origen Bierzo. Somos pioneros y hemos hecho historia en el sector del vino de España.
Mis más sinceras felicitaciones a todo el equipo de trabajo y a las bodegas que han conseguido iniciar esta nueva senda», afirmó Misericordia Bello, presidenta del Consejo Regulador.
En concreto, han sido las bodegas Cantariña Vinos de Familia, Descendientes de J. Palacios, Banzao y Losada Vinos de Finca las primeras cuatro bodegas que han puesto a la venta vinos bajo unidades geográficas menores.
Calidad frente a cantidad
Los vinos de villa tienen un rendimiento de kilogramo de uva por hectárea un 20% menor al máximo fijado para los demás, mientras que en los de paraje es de un 25% menos. Es decir, «se prima la calidad frente a la cantidad», explican en la DO.
En el caso de los vinos de paraje podrán dar lugar a vinos de viña clasificada tras cinco años tipificados como vinos de paraje, una labor que corresponde al comité de expertos del Consejo Regulador, y aún podrán pasar a gran viña clasificada si pasan otro control y el rendimiento de la uva es un 35% inferior al máximo fijado, lo que significa que los primeros vinos de viña clasificada verán la luz en 2025 como mínimo, y los de gran viña clasificada en 2030, añaden desde la DO Bierzo.
Con estos nuevos sellos, la Denominación de Origen Bierzo considera que se potencia la calidad de sus vinos, «ya que las nuevas clasificaciones de viñedos están sujetas a mayores exigencias en la producción y a un mayor control, se ponen en valor los viñedos de los nuevos municipios y se crea una mayor variedad de vinos al reconocer el tradicional clarete, dos nuevas variedades de uva y monovarietales de garnacha tintorera».
Los vinos de estas primeras cuatro bodegas han superado un control exhaustivo realizado por los técnicos del Consejo Regulador, que se inició antes de la vendimia en las parcelas en las que se tiene previsto elaborar estos caldos, «siguiendo por la vigilancia de los rendimientos por parcela previstos en el nuevo Pliego de Condiciones y su identificación». Todo ello con el objetivo de garantizar que las indicaciones y características anunciadas en el etiquetado se ajustan a la realidad.
El Consejo Regulador estima que la práctica totalidad de bodegas que se vayan acogiendo a las nuevas clasificaciones reservarán partidas para alcanzar — tras los plazos indicados— las clasificaciones más exclusivas: las de viña clasificada y la de gran viña clasificada.