Las dos ediles de IU en Cacabelos dejan la coalición y rechazan entregar las actas

Se venía larvando desde las últimas elecciones. Y acaba de estallar con fuerza. Izquierda Unida ha dejado de tener representación política en el Ayuntamiento de Cacabelos después de que sus dos concejalas, Katy Sánchez Abella y Guadalupe Fernández hayan presentado un escrito en el registro municipal para figurar a partir de ahora como ediles no adscritas a ningún grupo política. Las dos ediles, según confirmó Katy Sánchez a este periódico, se han negado a entregar su acta a la coalición, que ayer convocó una rueda de prensa en Ponferrada para instarles a que dejen paso a otros representantes de la formación si no están de acuerdo con la decisiones que democráticamente adopta la asamblea local.

«En Izquierda Unida funcionamos de abajo a arriba. Los concejales no son jefes ni hay personalismos», explicó ayer el ex concejal de Cacabelos y ex coordinador comarcal de la coalición, Jesús Martínez Pintor, que compareció junto a la coordinadora comarcal, Agure Bilbao y otros miembros de la candidatura de Cacabelos para explicar los motivos de la crisis.

Y «la gota que ha colmado el vaso» de los desencuentros entre la asamblea y las dos ediles ha sido el plan social que la colación propuso someter a votación plenaria para que el equipo de gobierno en minoría del PP detrayera 36.000 euros de los 93.000 de sus dedicaciones exclusivas con los que financiar un plan social que beneficiaría, entre otras, a 50 familias de Cacabelos «sin ningún ingreso económico o con grave riesgo de desahucio por impago de la hipoteca», afirmó la integrante de IU Susana Vila, y que están siendo atendidas por el Centro de Acción Social local. «Ayer (por el lunes) nos hemos encontrado con la negativa de nuestras concejalas a presentar la iniciativa emanada de la asamblea y nos han anunciado que abandonan IU y se pasan al grupo de no adscritos sin renunciar al acta de concejalas».

No ha sido el único desencuentro. La asamblea votó mayoritariamente en contra de los presupuestos municipales porque no incluía ninguna partida para gastos sociales y rechazó la supresión de comisiones informativas porque limitaría los órganos de participación, pero las dos ediles fueron por libre en las sesiones plenarias y no se opusieron al PP.

Agure Bilbao aseguró que «las actas son del partido» y la situación es «un abuso» y «una estafa». Bilbao anunció que el caso llegará hasta la Ejecutiva provincial de IU. La coalición pidió «perdón» a sus votantes en Cacabelos. Ningún miembro de IU se atrevió ayer a sospechar públicamente que pueda haber un pacto bajo cuerda entre las dos concejalas y el PP.