Diario de León

La empanada berciana del rey Felipe

El monarca quiso pagar el regalo que le hizo la Panadería Liébana El alcalde le obsequió con un escudo de plata con la heráldica de Ponferrada CB le entregó una carta para pedir que su próxima visita sea «para inaugurar el AVE»

Tania Fernández y Fernando Liébana le regalaron al rey una empanada berciana antes de su partida. DL

Tania Fernández y Fernando Liébana le regalaron al rey una empanada berciana antes de su partida. DL

Ponferrada

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El rey Felipe VI se fue ayer de Ponferrada con tres regalos que le entregaron en la plaza del Ayuntamiento. Una empanada berciana. Un escudo de plata, con los símbolos de la ciudad. Y una carta, entre dos libros sobre el bicentenario de la provincia del Vierzo, con uve, donde le piden que vuelva... a inaugurar el AVE.

La empanada berciana la amasaron y la hornearon en la panadería Liébana, junto a la Casa Consistorial, y se la entregaron al rey justo antes de subirse al coche oficial, camino del helicóptero que le trajo a Ponferrada. «Vendrá bien para el viaje», les dijo Felipe VI a los panaderos la joven Tania Fernández Liébana y su tío Fernando Liébana, que le abordaron —no sin algún titubeo y bajo la mirada atenta de los escoltas— cuando el monarca ya daba por concluida su primera visita al Bierzo como soberano, la segunda desde que representa a la Casa Real. Y en las manos del rey, la caja de cartón escondía el sabor y los olores de la masa recién hecha, de la carne de cerdo y las acelgas, del chorizo, la patata y la panceta.

—¿Lo intentamos?, preguntaba un minuto antes Fernando Liébana a su sobrina, con la empanada en la mano, el coche oficial a las puertas de la panadería, y el rey que se despedía de la gente, de los concejales, del alcalde, del presidente de la comunidad.

—¿Quieres la tapa, Tania? le preguntaban otra vez a la ‘polvorilla’ de la familia Liébana, la ‘lagartija’ que nunca se está quieta, a punto de avanzar hacia el rey con la empanada en una caja abierta.

—Ay, es que yo sola no... Tío, pues ven conmigo.

Y mientras una voz femenina cantaba ‘A Ponferrada me voy’, Tania y Fernando se atrevían por fin a dar unos pasos y le entregaban el regalo al rey, bajo la supervisión de sus escoltas. Y el rey, agradecido por el detalle, que quiere pagarles y no le dejan.

«Se lleva el mejor sabor el Bierzo», contaba minutos después, todavía eufórica, la menor de los Liébana. «El rey quiso pagarnos (19 euros cuesta una empanada media), pero le insistimos en que era un regalo», aseguraba.

Fue tal la curiosidad que despertó la empanada, que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, también quiso probarla. Y como también se empeñó en pagarla además de comprar una pastas de almendras (14 euros en total), los panaderos le obsequiaron con una galletas elaboradas con castañas del Bierzo. Mañueco se fue todavía con mejor sabor de boca que el rey.

El escudo de plata lo recibió el rey Felipe VI en el Ayuntamiento. El monarca no había pronunciado ningún discurso. Pero no se cansó de estrechar manos y de saludar a quienes le esperaban tras las vallas. «Es un profesional», lo definió el alcalde, Olegario Ramón, justo después de la marcha del rey, cuando contó a los periodistas que Felipe VI había encontrado la ciudad muy cambiada desde su primera visita como príncipe hace 25 años. Y entonces sí, reveló Ramón que el Ayuntamiento le había regalado el escudo de plata con la heráldica de la ciudad; el río, el puente y el castillo.

Felipe VI saludó a toda la corporación municipal, excepto al concejal no adscrito Manuel de la Fuente, que decidió no acudir. molesto por la paralización de la actividad municipal. Después de cinco minutos en el despacho del alcalde con Ramón y con el presidente de la Junta, el rey se reunió con la corporación. Y fue Tarsicio Carballo, del PRB, el primero que se le acercó para comentarle que había conocido al rey emérito y pedirle que vuelva con la reina Letizia.

Y llega el momento de la carta entre los libros que el concejal de Coalición por el Bierzo (CB) Iván Alonso, le entregó al rey. Los libros hablan del bicentenario de la provincia del Vierzo (con uve), Felipe VI demostró que estaba al tanto y quiso saber por qué se usaba la uve y no la b para hablar del Bierzo (Alonso le respondió que en aquella época el uso se alternaba). La carta habla de las infraestructuras. La herida por la que respira el Bierzo. Y pone esto, según explicó Alonso: «usted viene en helicóptero porque no puede venir en AVE, porque no lo tenemos». Añade, además, que el Bierzo, con b, todavía espera por la autovía a Orense, la eterna A-76, y por la autovía minera a Asturias. Y termina con un deseo: «que la próxima vez que venga sea para inaugurar el AVE», dice la misiva que se ha llevado el rey con los libros. Con el escudo de plata. Con la empanada berciana.

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