La Encina vuelve a montar el retablo de San Vicente a los 15 años de Las Edades

Lo desmontaron en noviembre de 2006 para que la Sacristía Mayor donde se encontraba pudiera albergar una de las salas de la exposición Las Edades del Hombre. Y algo más de quince años después ha llegado el momento de volver a colocarlo en su lugar después de someterlo a una restauración. Es el retablo de San Vicente Ferrer, una pieza neoclásica fechada en 1724 y de autor desconocido que la Basílica de la Encina comienza ahora a rehabilitar y que ya cuenta con la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio, confirmada ayer. «Es como un puzzle que hay que volver a montar», afirma el rector de la Basílica de la Encina, Antolín de Cela.

Y la persona que sabe colocar las piezas, porque ya desmontó el retablo en su día, es la restauradora de la Universidad del País Vasco Sofía Anta Presa, que ha iniciado el tratamiento de la madera para salvarla de la carcoma . «Hay que montarlo porque se corre el riesgo de se deformen las piezas», explica a este periódico. El retablo, una pieza de 6,60 metros de altura y 4,64 de ancho es prácticamente «un marco para el lienzo de la aparición de San Vicente Ferrer», añade Anta, que además de tratar la madera tendrá que actuar sobre la tela policromada, con desgarrones en algunos tramos. La Basílica financiará la restauración con fondos propios.

La Comisión de Patrimonio explicaba tras su reunión de ayer que el retablo ha estado almacenado en una nave «en condiciones ambientales poco controladas». La propuesta técnica que han valorado contempla «el tratamiento del retablo y la mesa del altar, el tratamiento del lienzo y el montaje del retablo y la colocación del lienzo», explicó la Comisión en una nota.

La Comisión también ha considerado «adecuada» la intervención propuesta en el retablo de la Virgen del Rosario de la iglesia de San Cristóbal en Cubillos del Sil. Se trata de un retablo barroco-rococó dedicado a la Virgen del Rosario, de dimensiones medias, compuesto de madera tallada, dorada y policromada, ubicado en el lateral derecho de la nave de la Iglesia. La restauración atajará «los actuales problemas de humedades» y minimizará «sus efectos a posteriori: eliminación de polvo y suciedad superficial, cepillado y eliminación de eflorescencias salinas, fumigación con producto mata carcomas, realización de orificios de ventilación entre el retablo y el muro, restauración de zonas afectadas por levantamientos en la parte inferior del retablo y tratamiento del panel de la predela (consolidación, reposición, reintegración cromática y barnizado de protección)», informa la Junta.

La Comisión de Patrimonio ha autorizado finalmente la intervención propuesta en el retablo mayor de San Pedro Apóstol de la iglesia de San Pedro en Corullón, una pieza barroca dedicada a San Pedro Apóstol, de dimensiones medias —3,50 metros de alto por cuatro metros de ancho— compuesta de madera tallada, dorada y policromada, y dividido en predela, cuerpo principal y tres calles.