Diario de León

El desmantelamiento de la central

Endesa primará en el desmontaje de Compostilla a trabajadores del Bierzo

La eléctrica incluye una cláusula para que llegue hasta el 80% y las obras empezarán este año

Compostilla II

Compostilla II

Ponferrada

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Endesa ha establecido en el concurso que ha lanzado para adjudicar el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II criterios que bonificarán a las empresas que garanticen la contratación de trabajadores locales. Además primará a los ofertantes que incluyan en su plantilla el mayor número de vecinos de Cubillos del Sil, Ponferrada y Cabañas Raras, según explicaron ayer fuentes de la compañía eléctrica.

En el segundo semestre del presente año podrá iniciarse el desmantelamiento de los grupos 3, 4 y 5, tras su clausura oficial, explican las mismas fuentes. Bajo la dirección de personal de Endesa, la operación requerirá la participación de una empresa adjudicataria que podrá movilizar en torno a 120 empleados. En las cláusulas del concurso Endesa se compromete a no considerar cualquier oferta que no establezca la incorporación de trabajadores locales. Además, hasta «un 80 % de contratación de mano de obra local se bonificará» en el proceso de evaluación de los proyectos, lo que garantiza que la mejor oferta para favorecer el empleo de personas de la zona tendrá ventaja para conseguir el contrato.

Tras el anuncio de cierre de Compostilla, Endesa planteó de manera voluntaria un paquete de actuaciones para atenuar el impacto provocado por la disminución de actividad de la central, el denominado Plan Futur-e, destinado a promover el desarrollo de actividades económicas y la generación de empleo en el Bierzo.

En el mismo se contemplan inversiones para el desarrollo renovable con la construcción de 390 megavatios, además de admitir propuestas para destinar los terrenos actualmente ocupados por la térmica a otros usos industriales. A esto se añade la propia generación de empleo que generará el desmantelamiento de la instalación, que las mismas fuentes de Endesa consideran que contribuirá a que los efectos sociales del fin de la actividad de generación eléctrica sean menos traumáticos.

De hecho, los grupos más antiguos de la central térmica, que ya habían sido dados de baja hace años, se encuentran ahora en fase de desmontaje con la participación de decenas de empleados de compañías que realizaban tareas auxiliares de mantenimiento cuando la instalación estaba operativa. Endesa alegó para el cierre el incremento sustancial en el precio de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas, lo que hacía que Compostilla no fuera competitiva.

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