El equipo de gobierno de Villafranca niega que haya otorgado licencia a una cantera en montes de Paradaseca
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villafranca asegura que no ha otorgado licencia urbanística municipal a ninguna cantera en los montes de Paradaseca y pide al PP más «seriedad y rigor» en sus manifestaciones. Unas afirmaciones que achacan al «desconocimiento» y a la «ignorancia». De esta forma, el gobierno municipal salió ayer al paso de las declaraciones realizadas por el portavoz de la oposición, Agustín García Millán, en las que se les pedía que impidieran la apertura de una explotación de cuarcitas ornamentales en el monte Campanario, conocido también como La Zurita, por considerar que se podrían poner en peligro los recursos naturales y arqueológicos de una zona ubicada dentro del Parque Natural de Ancares y que forma parte de la reciente declaración de Reserva de la Biosfera. En este sentido, según expuso el equipo de gobierno, la solicitud se encuentra en el primero de los tres trámites que tiene que superar, es decir, el de reconocimiento de un aprovechamiento minero por parte de la Junta de Castilla y León. Asimismo, avanzaron que, en el caso de superar este paso los promotores tendrían que solicitar a la Administración Regional una licencia ambiental, momento en el que, según afirmaron, «este equipo de gobierno, si fuera preciso, efectuará las correspondientes alegaciones medioambientales». Del mismo modo, aseguraron que si se diese el caso de que la Junta de Castilla y León concediese esa licencia «le correspondería al Ayuntamiento el otorgamiento o denegación de la licencia urbanística municipal y con las normas urbanísticas en vigor, solo tiene una alternativa, que es la de denegarla», puesto que se trata de «un paraje clasificado como suelo rústico con protección forestal en el cual están expresamente prohibidas las explotaciones mineras». En cualquier caso, consideran que las declaraciones del portavoz del PP manifiestan «un absoluto desconocimiento de los trámites y de la normativa urbanística de Villafranca», hecho, en su opinión, «extraordinariamente grave», ya que «fueron ellos mismos los que la aprobaron». Un circunstancia que, según el equipo de gobierno, «no solo les deja en ridículo por la ignorancia» sino que permite entender «muchas de las deficiencias con las que este equipo de gobierno y los ciudadanos se han encontrado en su aplicación, como por ejemplo falta de suelo urbanizable y suelo industrial, y que ellos debieron solucionar en aquel momento».