Las familias se levantan contra el fin de las urgencias pediátricas en Pico Tuerto

«Perdemos servicios a una velocidad increíble y ahora, encima, nos enteramos por carteles en las puertas. Esto es una falta de decencia muy grande». Con estas palabras, la portavoz de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública del Bierzo y Laciana, Pilar Carrasco, resumió el sentir de todos los habitantes de ambas comarcas, que llevan años padeciendo los problemas derivados de la falta de recursos sanitarios, principalmente humanos. La eliminación de las urgencias pediátricas en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Pico Tuerto (Ponferrada II) ha sido un nuevo golpe y la sociedad berciana quiso manifestar ayer su total rechazo volviendo a salir a la calle. Más de medio millar de personas se concentraron a las puertas del centro de salud para dejarle claro a la Consejería de Sanidad que no están dispuestos a «tragar» con todo.

Las familias no entienden la medida y no están conformes con que sea un médico de familia quien atienda a la población infantil en caso de urgencia a partir del próximo martes. También adelantan una saturación del servicio de Urgencias del Hospital El Bierzo. No hay que olvidar que son 7.500 las tarjetas sanitarias de menores de 14 años registradas en el municipio de Ponferrada. Asumen que los pediatras tienen derecho a la exención de hacer guardias a partir de una edad, pero reclaman a la Administración autonómica medidas compensatorias realmente efectivas, que solucionen los problemas de los ciudadanos, y no «parches» para «taparnos los ojos y la boca», consideró Pilar Carrasco.

En vista de los acontecimientos, la confianza en el nuevo consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, es nula. «En vez de solucionar problemas, los acrecentamos. Nos sentimos engañados y no nos queda otra que la calle. Es la única herramienta que tenemos para que se note el enfado», afirmó la portavoz de la plataforma sanitaria. Un colectivo que tiene claro que el fin de la Junta de Castilla y León es favorecer «la privatización» de la asistencia sanitaria.

Con pancartas y un sonado aplauso, quienes ayer secundaron la convocatoria de protesta mostraron una indignación que ya roza el agotamiento. «Es una tras otra», se lamentó alguno de los presentes. Frente a Pico Tuerto, se concentraron decenas de ciudadanos y también representantes políticos de varios partidos. No faltaron profesionales sanitarios del propio centro de salud ni la mujer que inició la recogida de firmas a través de la plataforma Change.org. Al cierre de esta edición ya rozaban las 7.000. Ella se llama Ana López y se declara, por encima de todo, abuela. Y como abuela reclama una atención sanitaria adecuada para su nieta e información, porque enterarse de lo que iba a pasar por un cartel colocado en una puerta no es —denunció— un método ético.

«Han puesto ahí un cartel sin darnos más explicaciones. A mí no parecen que sean formas. En todo caso, un comunicado o algo en el que nos expliquen por qué está ocurriendo esto. Los padres y madres no saben qué está pasando, solo piensan en la salud de sus hijos», defendió la impulsora de la recogida de firmas. Y como ella todos.

El 21 de enero volverá a haber reivindicación en la calle. En este caso, será un nuevo ‘abrazo’ al Hospital El Bierzo.