Diario de León

Fernández reivindica la capacidad de la Cultura para acercarnos a la realidad

El historiador recibe el Premio Ciudad de Ponferrada en una gala en el Teatro Bergidum.

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Carlos FIDALGO | PONFERRADA

«Es historia viva de Ponferrada». Así se expresaba anoche la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, para hablar premio Ciudad de Ponferrada Gil y Carrasco de las Letras 2016; el historiador y profesor jubilado Vicente Fernández Vázquez Tito . El cacabelense, que ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia, recogió anoche el galardón en el transcurso de una gala celebrada en el Teatro Bergidum a la que también asistieron el presidente del Consejo del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel, el vicepresidente de la Diputación para el Bierzo, Ángel Calvo, junto a la corporación local, alcaldes y otros cargos públicos. El acto contó con el sonido de la Banda de Música Ciudad de Ponferrada y la lectura de un texto del científico Ángel Alonso.

Tito puso la emoción y las ideas. Y lo hizo en un discurso en el que evocó a Leonard Cohen y lo que el cantautor dijo cuando recogió el Premio Príncipe de Asturias y confesó que toda su música y su poesía procedían de los seis acordes que le reveló un músico callejero español en Montreal pocos días antes de suicidarse. «Me hubiese gustado tener una historia tan extraordinaria», aseguró Fernández para hacer memoria de los ‘acordes’ que le llevaron a la educación y a la cultura. Citó a su primo, el profesor Francisco González, como el hombre que le «desasnó» en su infancia, a su hermano Leandro, que le enseñó que la lectura era la mejor forma «de no sucumbir a los inviernos fríos de Cacabelos», a la ciudad de Amsterdam, donde sus padres vivieron siete años, y a Gallarta, en Vizcaya, donde comenzó la docencia. Después vendría el retorno a Ponferrada y la conciencia del «notable vacío» que existía sobre la historia y el patrimonio del Bierzo.

El premio, una escultura de Rogelio Pacios y Gerardo Queipo y 3.000 euros, también cubría anoche otro vacío; el homenaje a los historiadores que han investigado sobre Ponferrada y la comarca en estos años, según reconocieron la concejala de Cultura, María Antonia Gancedo, y la propia alcaldesa. «Es un reconocimiento a la gente que se esfuerza por recuperar la memoria y la identidad del Bierzo y de Ponferrada», afirmó Merayo.

Tito se acordó anoche de muchas personas cuando dedicó el premio; su familia, sus alumnos, sus amigos, los gestores que le publicaron sus investigaciones, Antolín de Cela, que le precedió en el premio, sus doctores, porque «gracias a ellos estoy aún aquí», y a quienes, dijo enigmático, le permitieron elegir formar parte «de la raza de plata» de la Teogonía de Hesíodo, «que pasa cien años en la infancia y después vive poco tiempo», y de la del hierro, «para quienes no hay descanso». Y terminó con una promesa en un país donde el 40 por ciento de la población no lee: «Seguiré reivindicando la capacidad de la Cultura para acercarnos a la realidad».

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