La fiscal del caso del pegamento cree que el plan estaba orquestado

La representante del Ministerio Fiscal considera que la joven acusada de una denuncia falsa contra su exnovio —al que ella atribuyó de forma no veraz un ataque contra su persona en el transcurso del cuál selló los genitales de ella con pegamento— orquestó un plan «que no fue nada burdo, que estaba muy bien pensado» con el fin de conseguir que su expareja fuera a prisión, en venganza contra él por haber roto la relación sentimental que mantenían.

La fiscal dio por probado igualmente en su informe final que el otro acusado colaboró en el plan, al prestarse para trasladarla a Bembibre durante la simulación de un intento de secuestro y con el envío desde su ordenador de varios emails amenazadores contra la joven, suplantando la personalidad del exnovio de la procesada, con el fin de poder denunciarlo por violencia de género para que acabara en prisión. Para ella pide más de once años de prisión y para él, algo más de diez.

Para el inicio de la última sesión no se decretó un horario excesivamente madrugador, con lo que a la vista de la locuacidad de las partes, para cuando llegó el turno de última palabra ya eran las 16.10 horas. Ninguno de los dos procesados hizo uso de su facultad para cerrar el juicio con su intervención.

«Cuando la Guardia Civil acude al encuentro del cooperador en el plan, se delata él solo. No hizo falta que los agentes le acusaran de nada; ‘Ya sé por lo que venís’, les dijo. «A esas alturas del caso, la investigación desconocía la participación del otro muchacho», explicó la fiscal.

«Si no se llega a identificar la dirección IP desde la que se habían enviado los emails de las amenazas, el caso no se hubiera esclarecido y el exnovio de ella seguiría en la cárcel seguramente».

TAMBIÉN DETENCIÓN ILEGAL

Por eso la representante de laacusación pública propone además del delito de denuncia falsa otro supuesto de detención ilegal: «Ella se sirve de los policías, de los funcionarios de Justicia y del juez para tratar de meterlo a él en la cárcel. He ahí la gravedad de las penas».

La fiscal exculpó al magistrado ponferradino que decretó el ingreso en prisión preventiva para el exnovio de la acusada «porque él actuó conforme a las pruebas que había y que ella se encargó de dirigir. El dominio del hecho lo tiene la acusada», explicó la fiscal, en los 75 minutos que duró su intervención.

«No es necesario que el material que se encontró en su casa fuera el utilizado para simular que había sido atacada por su anterior pareja», alegó la acusación pública, «porque ella reconoció haberlo usado». Criticó también la «teatralización emocional» de la sospechosa «encaminada a inducir a error al juez» y detalló la paradoja de que el sistema de control de las pulseras de las órdenes de alejamiento no pudiera controlar en distancias pequeñas si el exnovio había salido de su casa o no. «En la reconstrucción de los hechos, la alarma no saltaba».

Reconoció también que la fecha de los mails estaba equivocada «porque se pidió un informe a Microsoft y veía con la fecha en formato americano, lo cual nos indujo a error»