Sucesos
El fuego arrasa una palloza habitada en Villafeile en plena madrugada
La inquilina de la construcción, la segunda que arde en el Bierzo en menos de un año, resultó ilesa
Estado en el que quedó la palloza, todavía humeante, tras el incendio. L. DE LA MATA
Hasta la década de los años 50, en el municipio de Balboa había más pallozas que casas de planta cuadrada. Ahora, quedan alrededor de 20 repartidas por todo el término municipal, principalmente en los pueblos de Villariños y Cantejeira, explicó su alcalde, Juan José López. Desde ayer son una menos. El fuego calcinó por completo una palloza habitada en Villafeile. Su única inquilina resultó ilesa porque se percató pronto de la existencia del humo. Todo sucedió en plena madrugada. Los bomberos de Ponferrada recibieron la llamada a las 3.40 horas y cuando llegaron a Villafeile no pudieron más que centrarse en evitar que las llamas se propagaran a las viviendas colindantes. Por la palloza poco se podía hacer. Los materiales del interior son pasto fácil del fuego.
Una dotación de bomberos con un camión autobomba, una autobomba ligera y una autobomba aljibe se encargó de la extinción de un incendio declarado en un pueblo que está localizado a casi 43 kilómetros de Ponferrada. Allí estuvieron hasta las 12.06 horas, cuando la retirada era segura.
El origen parece estar en una chimenea, apuntó el alcalde Balboa. El resto lo hicieron la madera y la paja de la techumbre todavía conservada a duras penas bajo un manto de chapas que hacía la veces de tejado. Es la solución por la que, a partir de los años 80, empezaron a optar la inmensa mayoría de los propietarios de pallozas: colocar chapa o uralita para proteger las construcciones en la medida de lo posible. Con techos de paja solo quedan tres, las que se dedican a negocios de hostelería. Dos están en Balboa y una en Cantejeira. También algún hórreo.
Teitar tiene un coste muy elevado y sin ayudas o una protección especial, la conservación de las pallozas es un imposible. «Recuperar un tejado de esos puede costar entre 50.000 y 80.000 euros. Es prohibitivo», aseguró el regidor de Balboa.
Antiguamente, el mantenimiento de los teitos se hacía de forma anual. Del centeno que se recogía se reservaba una parte para sustituir las zonas de la techumbre más afectadas o tapar goteras. El abandono del cultivo y el cambio del modo de vida trajo consigo el fin de los techos de paja y la degradación paulatina de las pallozas. La mayoría sirven ahora para el secado de embutidos tras la matanza o para aperos de labranza. Las menos están habilitadas como viviendas, generalmente estacionales, según explicó el alcalde de Balboa.
De nuevo un incendio pone en jaque uno de los exponentes más destacados del patrimonio etnográfico del Bierzo. Lo mismo pasó en Campo del Agua en marzo del año pasado. En aquel caso, el fuego destruyó el teito de una de las pallozas declaradas Bien de Interés Cultural (BIC). Otra menos.
La palloza de Villafeile que ayer resultó arrasada por el fuego en plena madrugada no tenía ninguna consideración especial, pero sí el mismo valor que cada una de estas construcciones históricas del Bierzo. La familia propietaria de la misma mantenía una parte en su estado original y otra la había habilitado como vivienda, apuntó Juan José López. Tras el fuego, los muros de piedra es lo que ha quedado en pie y el techo de chapas de desplomó por completo sobre el interior de la misma.