Galicia reclama telefonía en todo el trayecto desde Orense a Madrid en Ave
El AVE que permite trasladarse de Orense a Madrid en dos horas y cuarto —la mayor parte de los 465 kilómetros a una velocidad cercana a los 300 kilómetros por hora— no cuenta aún con cobertura de los servicios de telefonía móvil. El problema de Renfe, según publica La Región , es que no puede garantizar un servicio estable de su wifi a bordo, el sistema Play Renfe, especialmente entre Zamora y Orense. La razón de la falta de cobertura hay que buscarla en la falta de antenas y repetidores de los operadores de telefonía móvil.
Es cierto que la línea de Ponferrada a León no tiene los mismo problemas en la mayor parte de su recorrido, aunque sea convencional. Si acaso, es lo único a favor del viaje desde el Bierzo a la capital de la provincia.
El problema que afecta a la línea gallega, según el mismo periódico, no es nuevo y se ha padecido en las otras líneas de la red de alta velocidad, en la mayoría de las cuales se fue resolviendo de manera escalonada a medida que las operadoras telefónicas fueron extendiendo su red de dispositivos de enlace en paralelo a la red ferroviaria de alta velocidad, según el mismo rotativo.
No es la única
La línea de alta velocidad no es la única que tiene problemas de cobertura, aunque sí es en la que resulta más chocante, pues la alta tecnología ferroviaria no lleva acompasado el mismo nivel de actuación de las operadoras de telefonía. Un buen ejemplo de ello es la más que centenaria vía del Miño entre Ourense y Vigo. Entre Ribadavia y Guillarei, sigue habiendo zonas ciegas en las que es imposible hablar por teléfono o usar datos y otras en las que el teléfono se conecta a los operadores portugueses que, pese a estar al otro lado del río, cuentan con señal de mejor calidad. La activación del operador portugués se produce intermitentemente, sobre todo entre las estaciones de Frieira y Salvaterra de Miño lo que activa los SMS de la embajada española en Lisboa ofreciendo los servicios consulares en caso de emergencia. Una anécdota que en el pasado causaba numerosas reclamaciones, cuando el roaming no era gratuito.