Diario de León

Arte

La Glicinia será inmortal en una acuarela de Fueyo

El pintor de cámara de los árboles retratará en gran formato a la que él mismo ha dado la categoría de «venerable dama de Ponferrada»

El artista Fernando Fueyo posa frente a la Glicinia del Museo de la Radio de Ponferrada. L. DE LA MATA

El artista Fernando Fueyo posa frente a la Glicinia del Museo de la Radio de Ponferrada. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Llegará el día en el que la Glicinia no vestirá de lila los muros de piedra de la Casa de los Escudos de Ponferrada en primavera. Como cualquier ser vivo, la dama vegetal más longeva de la capital berciana perecerá. De ella quedarán el recuerdo, miles de fotografías y un retrato en acuarela con quince sentidos, los mismos que tienen los árboles. El prestigioso pintor Fernando Fueyo, ilustre paisajista, se ocupará de inmortalizar a la centenaria señora que ha visto pasar de cerca la historia de la ciudad. Quizás, seguramente, algún descendiente de la Glicinia terminará por ocupar su lugar, pero ella siempre será el origen y por eso el Ayuntamiento de Ponferrada ha querido hacerla sempiterna a través del pincel del llamado pintor de cámara de los árboles.

Fernado Fueyo lleva tiempo estudiando a la Glicinia. Al alba y al atardecer, a mediodía, cuando llueve o cuando pega fuerte el sol. Cada condición aporta un matiz que es necesario tener en cuenta. Fueyo se sienta y escucha. Sí, porque los árboles hablan y tienen mucho que decir a quienes saben escucharlos. Solo así se gana su confianza y es habiendo conseguido esa seguridad, cuando el pintor que inmortalizará el árbol monumental más importante de la capital berciana cogerá el pincel.

«No es fácil dibujar una glicinia. De un ser humano apuestas por la vanidad. Él posa y te indica lo que quiere reflejar, pero a los seres vivos como los animales y las plantas hay que estudiarlos detalladamente, porque no son muebles apoyados en una pared. Los árboles sienten, padecen y escuchan. De hecho, tienen quince sentidos y nosotros solo cinco», aseguró Fernando Fueyo durante la presentación del trabajo artístico que le ha sido encomendado y que le llevará varios meses, según él mismo ha reconocido. «La planta lleva ahí más de cien años. No conviene que me apresure, conviene que vaya con cierta mesura y que saque lo mejor de ella», dijo.

«Llevo muchos años pintando la naturaleza y cuando pinto un árbol no estiro el lápiz y las acuarelas rápidamente. Primero, dialogo con él, lo miro de todas las maneras, le robo imágenes a hurtadillas. Y hasta que no me siento invitado, hasta que no noto que me encuentro cómodo, no tomo ningún apunte. Y luego tengo que volver para observar la luz, bien al amanecer, al atardecer, en un día de lluvia que potencia mucho los colores... No sé si habéis observado que, cuando llueve, las piedras utilizan un lenguaje diferente a cuando hace sol», describió el pintor de los árboles, también poeta por la manera en la que es capaz de retratar la realidad con la palabra.

Fueyo reconoció que «el trabajo es duro» porque la Glicinia no es, precisamente, un árbol de pequeñas dimensiones. «No es una plantita, no es un flor, son miles de flores y hay que darle volumen, frescor y, sobre todo, vivacidad. Hay que aportarle mucha belleza, que la tiene incluso ahora que está apagada de color porque está a punto de perder las flores», aseguró el artista, que en la presentación de la obra estuvo acompañado por el alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, y la concejala de Cultura, Concepción de Vega.

Tampoco la técnica elegida para inmortalizar a la Glicinia del Museo de la Radio es sencilla. Un trabajo en acuarela es mucho más sensible que al óleo. «La acuarela tiene una enorme dificultad porque no admite corrección de ningún tipo y los trazos son más limpios», explicó Fueyo, quien también adelantó que la obra será de grandes dimensiones. Está por ver si horizontal o vertical, así como la medida exacta. Eso dependerá —dijo— de lo que la Glicinia le quiera contar. «Ella me enseñará el camino y las líneas», aseguró.

Una vez terminada, la acuarela ocupara un espacio destacado en el interior del edificio que sostiene a la Glicinia, explicó el alcalde. Y no solo eso, sino que será reproducida en diferentes formatos y se convertirá en una herramienta de promoción no solo del árbol monumental más fotografiado de Ponferrada, sino de la propia ciudad.

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