Diario de León

Grafitean un vestigio geológico de cuando el mar cubría Ponferrada

La pared de roca del periodo Cámbrico está junto al puente viejo y tiene 500 millones de años.

Ramiro López mostraba ayer la pared de cuarcita del periodo Cámbrico junto al puente Cubelos. LDM

Ramiro López mostraba ayer la pared de cuarcita del periodo Cámbrico junto al puente Cubelos. LDM

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CARLOS FIDALGO | PONFERRADA

En las mismas rocas donde se alzaba la iglesia de San Pedro a orillas del río Sil, sobre las que el obispo Osmundo hizo construir el puente de hierro que da nombre a Ponferrada, se conservan las huellas del oleaje que hace quinientos millones de años bañaba la costa de lo que hoy es el centro de la ciudad. Que buena parte del Bierzo estaba sumergido por las aguas es algo que desconocen muchos bercianos, empezando por el autor del enorme graffiti que ha aparecido en la principal formación geológica que demuestra que Ponferrada se edificó sobre un lecho rocoso. Sin ninguna placa que avise de su importancia, la pintada estropea todo un lienzo de cuarcita del periodo Cámbrico Superior, según denuncian los geólogos aficionados Ramiro López Medrano, José Miguel Cubillos Merino y Francisco Arias Ferrero.

«Es un lienzo de indudable interés geológico. Pero no hay carteles que avisen de su existencia. No se ven alumnos de nuestros colegios e institutos tomando buena nota de lo que significan estas viejas paredes», se quejan los tres geólogos en un escrito de denuncia que esperan que sirva para que el Ayuntamiento comience a proteger el farallón, donde también se aprecian «paleocanales» originados por

El lienzo de cuarcita, de unos quince metros de longitud y cinco de altura, se encuentra en la base del actual edificio de Telefónica, en el arranque del parque de la Concordia. No hace falta fijarse mucho para descubrir las huellas de las olas, sepultadas por siglos de sedimentos en lo que los expertos consideran un ejemplo perfecto de los llamados marcos de rozadura (ripple marks ). «Si miramos la pared desde lejos apreciamos unas ondulaciones que recorren toda su extensión: son las huellas del oleaje antiguo del Mar Cámbrico sobre la costa del supercontinente Gondwana y que se conocen como ripple marks », explican los geólogos aficionados que han dado la voz de alarma ante la aparición de la pintada. «Estas huellas, que en condiciones normales se borran con facilidad, ha podido conservarse gracias a que quedaron cubiertas por nuevos sedimentos», añaden. Con el tiempo y los avatares geológicos, la antigua arena de playa ha dado lugar a areniscas y cuarcitas de grado fino, «gracias a las cuales la pared ha soportado la erosión cuando quedó expuesta a la intemperie». El conjunto de areniscas y cuarcitas pertenece a la formación geológica de la Serie de Los Cabos que nace en la costa asturiana y cuyos estratos afloran en Villafranca, San Esteban de Valdueza y muy cerca de los canales romanos de Llamas de Cabrera.

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