Diario de León

Enclave emblemático

Los grafitis se ceban con el entorno de la Fuente del Azufre de Ponferrada

El enclave es víctima de las pintadas pese a que Confederación tiene cerrado el paso de coches

Pintadas en el edificio histórico que se conserva en la Fuente del Azufre, en las inmediaciones de Ponferrada. L. DE LA MATA

Pintadas en el edificio histórico que se conserva en la Fuente del Azufre, en las inmediaciones de Ponferrada. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Pese a la valla que impide el paso de vehículos, colocada por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, que es la administración que gestiona este emblemático enclave, la Fuente del Azufre de Ponferrada se ha convertido en una víctima más de grafitis que afean no sólo las paredes del edificio histórico de 1949 sino también otras partes del entorno; hasta los hay en las rocas que conforman este paisaje idílico a orillas del río Sil.

Los grafitis se ceban especialmente con la parte del edificio por donde discurre el camino que baja hasta el río. Pintadas y más pintadas que muestran hasta qué punto tienen impunidad los grafiteros en una zona alejada de las zonas habitadas de Ponferrada, pero relativamente cercana a la ciudad.

La Confederación, en colaboración con el Ayuntamiento de Ponferrada, mejoró el entorno en el anterior mandato con el cierre de una parte del canal y la limpieza del camino, que es utilizado a diario por muchos ponferradinos. Sin embargo, la zona es hoy un ejemplo más del deterioro provocado por pintadas de desaprensivos. Sólo hay que realizar el recorrido, de apenas 500 metros.

Hasta en las rocas se han hecho varios grafitis, según se puede observar en la imagen. L. DE LA MATA

Todavía el año pasado, el grupo municipal USE Bierzo en el Ayuntamiento de Ponferrada planteó que el Consistorio pidiera a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil que completera el proyecto de reforma y puesta en uso de la central hidráulica de la Fuente del Azufre con obras de acondicionamiento en el entorno para crear un espacio atractivo para el uso turístico y de ocio.

Cuenta Iván J. Fernández Cebreiro que en 1775 Salvador Tejerina Vázquez, corregidor de Ponferrada, realizó una propuesta para construir una presa sobre el Sil en este mismo lugar que en aquella época se conocía como «Descolgadero». La misión de esta presaera convertir en regadío los terrenos de secano de todo el Bierzo bajo y aprovechar así las aguas del Sil. Aquella idea tardó 170 años en materializarse. En 1944 empezaron los trabajos de una central hidroheléctrica, que entró en funcionamiento en 1950 y fue explotada por Endesa hasta 1964. Las turbinas de sistema Kaplan fueron de la casa Escher Wyss-Boetticher y Navarro y los dos alternadores de eje vertical de la casa suiza Secheron. Cada grupo producía 2.500 kW. Hoy aún hay restos de toda la infraestructura, lo que sería un aliciente más. El Museo de la Energía ha realizado rutas hasta el enclave.

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