José Luis Ramón: «Mi proyecto de vida es mi empresa; no fue la política»

El juicio contra el exalcalde de Cubillos del Sil con el PSOE José Luis Ramón quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial de León con un alegato final de acusado de que no se enriqueció durante los años que estuvo en política como primer edil y el argumento de su defensa de que las posibles irregularidades en los pagos pueden ser cuestionables en la vía civil pero nunca en la penal.

«Mi proyecto de vida ha sido siempre mi empresa; nunca fue la política», dijo Ramón, que también ha sido presidente del Consejo Comarcal, argumento que reforzó en su última declaración con la facturación de su asesoría en diferentes ejercicios, antes y después de ejercer el cargo de alcalde, para poner de manifiesto que no utilizó su posición política para hacer negocios. Entre otros datos dio que en 1999, cuando fue elegido alcalde, facturó 230.000 euros y que, en 2013, cuando ocupaba el sillón municipal, bajó a 194.000 y así en ejercicios posteriores. Tras abandonar la política, ha vuelto a aumentar el movimiento de su empresa; hasta un 60% más en el último año cerrado.

En sus conclusiones, la fiscal del caso insistió en que Ramón era quien autorizaba los pagos pese a los informes contrarios de la secretaria y que sólo dio el paso de cambiar el funcionamiento del Ayuntamiento cuando los dos concejales de la oposición —uno sigue siendo concejal con CS— dieron el paso de denunciar la situación en los tribunales. La Fiscalía pide 10 años de inhabilitación para cargo público por un delito continuado de prevaricación administrativa. La acusación particular, por su parte, amplió ayer al delito de negociaciones prohibidas sus calificaciones por prevaricación y malversación de caudales públicos, entre otros delitos.

En la segunda y última jornada del juicio prestó declaración el entonces concejal de Parques y Jardines, que se da la circunstancia de que es hermano de José Luis Ramón, quien explicó que cuando ejerció el cargo el Ayuntamiento de Cubillos tenía una gran actividad, con más de 200 proveedores, y que, en el caso concreto de un palista al que se pagaba sin haber salido a concurso la actividad, se hacía así «porque siempre estaba disponible». Él, añadió, trataba los pagos con el teniente de alcalde, que tenía dedicación exclusiva, y nunca con su hermano, y siempre pensó que todo estaba fiscalizado.

El caso del palista, ya fallecido, centró también la declaración del encargado general del Ayuntamiento, quien insistió en que estaba disponible «domingo, festivo, por la mañana, por la noche...» y que se le llamaba ante cualquier obra menor o avería «porque tampoco había mucho donde elegir». Al palista, según el escrito de acusación de la Fiscalía, se le pagó entre 2008 y 2013 una cantidad de 700.655,57 euros «en concepto de servicio continuado prestado al Ayuntamiento por pala excavadora, obras, desbroces y servicios menores». Según la fiscal, que aportó también otros pagos, «a sabiendas de que su actuación era contraria a derecho y pese a las notas de reparo y advertencias legales efectuadas por la secretaria-interventora». Posteriormente, y a raíz de la denuncia, el contrato del palista salió a concurso y lo ganó su hija que siguió con la empresa con un precio por hora más ajustado; en concreto cuatro euros menos la hora, según se dijo ayer en el juicio.

La acusación insistió en su argumentación final en que esa forma de funcionamiento, sin hacer concursos públicos, tenía como objetivo «dar trabajo» a los amigos del alcalde. «Conocía perfectamente el fraude de ley», señaló el abogado.

La defensa de José Luis Ramón aseguró que algunos de los pagos ya han sido juzgados y archivados y que el Ayuntamiento, con su defendido al frente, empezó a modificar el sistema de adjudicación de actividades antes del informe remitido por el Consejo de Cuentas a raíz de la primera denuncia de los dos concejales de la oposición, y que si no se agilizó más el sistema fue por la gran carga de trabajo que tenía Cubillos en aquellos años.

En la segunda y última jornada también prestó declaración un empresario que admitió que Ramón llevaba las cuentas de su empresa desde antes de entrar en política y que trabajó para el Ayuntamiento.

Aunque una de las denunciantes fue concejala del PP, el actual portavoz popular, Pedro Jorge, se ha desmarcado por completo del caso, según explicaron ayer fuentes del partido.