Diario de León

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La Junta constata que el predador de la avispilla ha arraigado en el Bierzo

El estudio de implantación verifica que están naciendo descendientes de los primeros Torymus

Ponferrada

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La avispilla del castaño fue detectada por primera vez en el Bierzo en el año 2017 e inmediatamente la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se unió al grupo de comunidades autónomas adheridas al plan de suelta del parasitoide Torymus sinensis como único método efectivo demostrado para combatir la plaga. Las primeras sueltas experimentales se hicieron en la primavera de 2018 y se repitieron en 2019 con un número mayor de dosis ante la expansión considerable de la avispilla, con especial incidencia en el Bierzo Oeste. Hace tan solo unas semanas que concluyó la tercera suelta, pero la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal ya tiene resultados optimistas sobre el estudio de implantación que ha iniciado para verificar que las poblaciones de Torymus sinensis se están implantado en la comarca, es decir, que están naciendo nuevos ejemplares descendientes de los que se soltaron durante los dos primeros años. Así es.

«En el mes de marzo, se visitaron varios puntos donde se habían soltado Torymus sinensis en 2018 y 2019. En cada punto visitado se recogieron varios miles de agallas de castaño, en una media de entre diez y quince árboles. No obstante, esas agallas recogidas son una mínima parte de las que había en el entorno», detallaron fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Agallas parasitadas

El porcentaje de agallas parasitadas en las zonas estudiadas ha variado entre el 0,25% y el 0,63%

Según los datos del estudio realizado por el Centro de Sanidad Forestal de Calabazanos (Palencia), «el porcentaje de agallas parasitadas por Torymus sinensis en las zonas estudiadas ha variado entre el 0,25% y el 0,63%». En base a la experiencia de otros países que empezaron antes, las sueltas del depredador de la avispilla dejaron de hacerse con niveles de parasitismo que oscilan entre «el 5% de los más optimistas y el 20% de los más restrictivos». Con estas cifras se considera que el número de individuos existentes «es suficiente» para que, de forma natural, vaya aumentado la población y se pueda llegar a un número óptimo para el control biológico de la población de avispilla.

«Aunque, de momento, el porcentaje de agallas parasitadas pueda parecer bajo, hay que tener en cuenta que en los puntos estudiados solo se han soltado Torymus sinensis durante dos años, que el crecimiento de las poblaciones de los insectos suele ser exponencial, que los insectos tienden a dispersarse y que el porcentaje de agallas estudiadas es un porcentaje muy bajo de las existentes», aclararon fuentes de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal.

Parasitismo óptimo

Otros países han dejado de hacer sueltas con niveles de parasitismo que oscilan entre el 5% y el 20%

Por lo tanto, el número de agallas parasitadas cuando se acaba de cerrar la tercera campaña de sueltas de este insecto es solo «el germen» de lo que «en unos años alcanzará un valor mucho más alto que permitirá que los daños de la avispilla del castaño se reduzcan notablemente». De hecho, los promotores de este plan de sueltas trabajan, ya desde el inicio, con la idea de que el control de la plaga no se produce hasta pasados entre cuatro y ocho años desde las primeras sueltas. Así ha quedado demostrado en otros países que llevan años de ventaja, caso de Italia.

Cajas opacas con trampa luz

Todas las agallas recogidas en cada punto de estudio se guardan en cajas opacas y con un dispositivo de captura denominado trampa luz, de tal manera que «si hay alguna emergencia de algún insecto, este se dirija hacia la luz y nosotros podamos verlo sin dificultad», detallaron los servicios técnicos encargados de un estudio realizado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y que ha contado con la colaboración del entomólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Luis Nieves Aldrey.

Por lo tanto, es lógico que los agentes implicados en la lucha contra la avispilla del castaño en el Bierzo hayan celebrado recientemente el «éxito de las sueltas» del Torymus sinensis. La Mesa de Castaño del Bierzo, la Diputación de León, varios ayuntamientos y asociaciones de castañicultores conforman un frente común que suma fuerzas a la labor de la propia Junta de Castilla y León. 657 dosis del parasitoide en todo el Bierzo son prueba de ello.

«No vale con pensar que se está haciendo bien un trabajo, hay que conseguir datos de que es así, que el objetivo que se busca de implantar poblaciones de Torymus sinensis se está consiguiendo, y eso al principio no es fácil. Sueltas unos pocos insectos en el campo y al cabo de un año no es fácil recuperarlos», incidieron desde la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal. Para conseguirlo, ha sido «muy importante» acertar con el momento adecuado de realización de las sueltas. Y también en eso ha ayudado el estudio, ya que han podido comprobar que «las emergencias de Torymus se producen cuando los castaños están empezando a brotar».

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