La Junta será «muy rigurosa» con el impacto de los parques eólicos

Los proyectos eólicos son necesarios en medio de una transición energética como la que vivimos, pero eso no impedirá que la evaluación de su impacto ambiental se realice con el mayor rigor y respetando la legislación. Así se expresó ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones ante el rechazo vecinal que están despertando los parques eólicos que las empresas Enel Green Power y Statkarft promueven en el Bierzo Oeste.

Suárez-Quiñones, en Ponferrada para firmar el convenio de colaboración con el Ayuntamiento en busca de fondos europeos para la plataforma intermodal de La Placa, recordó, a preguntas de los periodistas, que «la Junta no es responsable de la tramitación» de los dos parques porque superan los 50 Mw y es el Gobierno central el que debe autorizarlos. Pero si tendrá algo que decir en el momento de evaluar el impacto ambiental de los dos parques en la Red Natura 2000. Y ahí será «muy rigurosa», advirtió porque la legislación medioambiental está para cumplirla.

Suárez-Quiñones pidió a los colectivos ecologistas y a los vecinos descontentos que confíen en las administraciones, pero no dejó de señalar que debe encontrarse un equilibrio entre el impacto visual «y los beneficios económicos» que las instalaciones eólicas traen a los municipios». «Estamos ante una transición energética y hay que tener instalaciones de este tipo», afirmó.

Rural Sostenible

Los vecinos de la zona de Barjas, Trabadelo, Vega de Valcarce, Corullón y Oencia descontentos con la implatación de parques eólicos en sus municipios se han agruapdo en la plataforma Rural Sostenible para oponerse a los planes de las dos empresas, alarmados por el impacto ambiental sobre el entorno natural y el paisaje de los molinos de viento.