«Le tuve que echar la cazadora por encima porque se venía a morder»

José María Gómez regresaba a Villablino en su coche el pasado jueves por la mañana tras su jornada de trabajo en la mina de Victorino Alonso en Cerredo. «Yo iba en el coche y de repente vi un bicho en medio de la carretera. Pero no lo distinguía muy bien hasta que me acerqué a él y vi que era un osín», recuerda ahora la escena del hallazgo.

«Miré por los alrededores y como comprobé que no estaba por allí la madre decidí recogerlo porque corría el peligro de que cualquier vehículo lo atropellara y lo matara», prosigue con su narración Neno , tal y como apodan a este joven minero de 27 años que se hizo cargo de la cría del plantígrado a poco más de dos kilómetros de distancia del casco urbano de Palacios del Sil.

«Le tuve que echar la cazadora por encima porque el animal se venía a morder», enfatiza. Luego lo introdujo en la parte de atrás de su vehículo y aguardó la llegada de los agentes forestales de la Junta de Castilla y León a los que dio la voz de alerta sobre el peculiar descubrimiento.

«Desde que ellos se hicieron cargo del oso no he vuelto a saber más de él», añade Neno, que tampoco es capaz de discernir por qué motivo la cría podría andar suelta por la carretera sin el amparo de su madre. «Tal vez se desorientó. Aunque también comentan que pudo ser ahuyentada por algún macho de oso que se encontrase en periodo de celo», conjetura sin demasiado convencimiento.