La liturgia mozárabe retumba en Montes

La bruma y una fina lluvia que caía sobre la floresta otoñal de Montes de Valdueza (Ponferrada) se aliaban ayer en la apertura del congreso sobre el monacato para conmemorar los once siglos de la consagración de la iglesia de este cenobio en proceso de restauración, fundado por san Fructuoso, ampliado por san Valerio y recuperado por san Genadio.

Serán tres días en los que podrán disfrutar los amantes y eruditos de la historia y las raíces de esta tierras que se ha dado en llamar Tebaida Berciana. Con la ayuda de la Universidad de León, la Uned y la Fundación Real Hospital de la Reina, y la colaboraciónn de la Diputación, el Consejo Comarcal y el Ayuntamiento, en el inicio de este congreso habló el historiador Vicente García sobre la tradición frutuosiana de Compludo a San Pedro de Montes. Renaud Alexandre, de la Casa de Velazquez de Madrid, ahondó en la compilación hagiográfica, regalado por Valerio del Bierzo al abad Donadeo y a los monjes. Y cerró Carlos Fernández y Raquel Martínez ampliando los conocimientos sobre loss ernitaños en cuevas del Bierzo.  

Pero, si de la jornada inaugural destacó algo en especial fue la plasticidad de las imágenes y sonidos que ofreció toda la denominada «Liturgia mozárabe». Allí, en el monasterio de Montes, entre esos muros milenarios que rezuman historia, sabiduría y tiempo pasado dedicado a la meditación y oración, se pudo disfrutar de sensaciones que trasladaban al asistente a un pasado de la iglesia de los primeros tiempos. Víctor Ferrero es el fundador de la Asociación Promonumenta y de la Coral Gregoriana del Císter de Sandoval. 21 de sus integrantes amenizaron esta liturgia mozárabe, como forma de celebrar los ritos del catolicismo español, que data de la época romana, sobre todo de la época visigótica, previa a la invasión musulmana del 711. El obispo de León presidió la misa.