La lucha contra la avispilla en solo 12 municipios superará los 700.000 €

La lucha biológica contra la avispilla del castaño en la docena de municipios del Bierzo en los que se ha confirmado su presencia supondrá un coste anual de unos 120.000 euros y, teniendo en cuenta que el período estimado hasta conseguir que el Torymus sinensis se haga con el control es de seis años, la inversión global superará los 700.000 euros. Eso sí, es preciso incidir en que el gasto ha sido estimado únicamente para los municipios ya afectados, con lo que esos 700.000 euros se incrementarán notablemente a medida que la plaga se vaya extendiendo y afectando a más hectáreas de sotos en otros municipios. De hecho, ya se han visto agallas en Carracedelo.

Que la avispilla va a tocar a todo el Bierzo es una realidad ya asumida, por eso el sector se ha puesto manos a la obra y lo más inmediato es determinar qué agentes están dispuestos a implicarse en la compra del parasitoide llamado a aplacar a la avispilla. Las dosis de Torymus sinensis se compran en Italia y Francia. Por ello, aunque su suelta no se produce hasta la primavera, es necesario hacer la reserva antes de que finalice este año, sobre todo por la gran demanda que existe, explicó el director de la Mesa del Castaño del Bierzo, Pablo Linares.  

El precio de la dosis media oscila entre los 250 y los 300 euros. Cada una lleva unos cien T orymus y el coste aproximado de cara parasitoide es de 1,20 euros. A ello hay que sumar el transporte y de ahí sale esa media estimada de hasta 300 euros. «Es caro», reconoce Pablo Linares. Pero es la única solución conocida para controlar la población de avispilla y garantizar la pervivencia de los sotos y de un sector fundamental para el Bierzo.  

«Nuestra idea es hacer la reserva del Torymus a finales de noviembre y, por eso, hemos reunido al sector, para saber quiénes están dispuestos a colaborar económicamente», aseguró el director de la Mesa del Castaño del Bierzo en referencia a la reunión mantenida, el fin de semana, con los castañicultores de Tres Valles (Valcarce, Balboa y Barjas) y los alcaldes de Trabadelo, Vega de Valcarce, Barjas, Balboa y Oencia; que son los municipios más afectados por la plaga. Todos ellos expresaron la necesidad de una acción conjunta y urgente para que sea efectiva y se mostraron partidarios de aportar recursos para la lucha biológica.  

En todo caso, poder soltar el depredador de la avispilla en las zonas afectadas depende del Ministerio de Agricultura y de que «cumpla con lo que ha dicho y autorice las sueltas como elemento de control biológico, ya que de lo contrario solo podrá hacerlo la administración», apuntó Linares. Y es que, las sueltas que se han hecho hasta el momento han sido experimentales y realizadas, en exclusiva, por la Junta de Castilla y León.  

Poder complementar la acción de la Administración autonómica es el reto y por eso el sector quiere que se liberalice el proceso. Para ello se están preparando y los asociados de Tres Valles han sido los primeros en confirmar su participación económica. Ahora, los alcaldes se encargarán de movilizar a las juntas vecinales y particulares de sus municipios para que «a finales de este mes de octubre, ya se puedan conocer las aportaciones de estos estamentos y pasar esa información a la Mesa del Castaño», explicó el presidente de la Asociación de Castañicultores Tres Valles, José Luis García Peña.