«El máster te permite ampliar la perspectiva»

Begoña Lordén es viticultora profesional. Tiene 45 años, estudió Ingeniería Forestal y hace seis años tomó las riendas de 80 hectáreas de viñedo viejo repartidas en pequeñas parcelas en Valtuille de Arriba. Trabaja con la variedades mencía, valenciana, jerez y garnacha. Lo suyo es el terruño, el laboreo de la viña, el cuidado de la planta. De la bodega sabía lo que iba aprendiendo de aquellas a la que vendía sus uvas hasta que hizo el Máster de Enología. Así amplió horizontes.

Para ella, la planta piloto instalada en el Campus de Ponferrada es uno de los principales valores del postgrado. Dotada con toda la maquinaria, herramientas y tecnologías necesarias, le permitió aproximarse a «cosas que no había visto nunca antes» y «aprender los procesos y todo el trabajo que desconoces, como la gestión de una bodega, el trabajo con el vino, etcétera», explica. Entre lo positivo, afianzar la idea de base con la que ella ya trabajaba y que no es otra que la vuelta al origen, al trabajo de las viñas como se hacía antes, más ecológicos, con menos uso de herbicidas y más técnicas tradicionales, siempre apoyadas con el uso de las nuevas tecnologías que mejoran los procesos.

Asegura que entre los viticultores el relevo generacional es limitado y que tampoco predomina la profesionalización. Por eso, considera fundamental la formación y las puertas que abren títulos como el que se imparte en el Campus de Ponferrada desde el año 2019. El precio —reconoce— puede ser un inconveniente, pero aprender a gestionar una empresa vitivinícola, técnicas de poda, aplicación de tratamientos, elaboración de vino... no solo beneficia a quien hace el máster, sino al sector en general, dice.