Diario de León

Patrimonio

Matías reúne los motivos para llevar los canales de las Médulas a la Unesco

El ingeniero de Minas plantea los argumentos para ampliar la declaración de Patrimonio de la Humanidad

Vertiente del valle del río Cabrera que mira al sur, por donde discurren buena parte de los canales que conducen a Las Médulas. DL.

Vertiente del valle del río Cabrera que mira al sur, por donde discurren buena parte de los canales que conducen a Las Médulas. DL.

Ponferrada

Creado:

Actualizado:

El Consejo Comarcal del Bierzo ha mostrado su disposición para promover la solicitud ante la Unesco de la inclusión de los canales romanos que conducían el agua a Las Médulas dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Pero, lo cierto, es que de momento no se ha creado un grupo de trabajo o herramienta administrativa para encauzar el tema.

En medio de este contexto, este periódico ha tenido acceso al informe elaborado por el ingeniero de Minas, estudioso de Las Médulas y descubridor por ejemplo de la mina de oro de Llamas de Cabrera (Benuza), Roberto Matías, en el que se detallan los principales motivos y argumentos que permitirían aceptar la inclusión de los canales romanos dentro de la declaración de patrimonio mundial por parte de la Unesco, entiendo esta ingeniería hidráulica como un todo del conjunto aurífero romano de Las Médulas. El estudio de Matías aparecerá en breve publicado en una revista internacional especializada sobre estos temas.

El argumentario
El estudioso de las Médulas considera que la red hidráulica es un todo del cojunto aurífero romano

«Los canales de Las Médulas, (León-España): razones para su inclusión en el Patrimonio de la Humanidad». Con este título Roberto Matías encabeza su trabajo. En resumen indica que la declaración en 1997 de la explotación aurífera romana de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad supuso el reconocimiento a la mayor explotación minera del mundo antiguo. «Sin embargo, —expresa— esta declaración pasó por alto el conjunto de esta magnífica obra de ingeniería, centrándose únicamente en el singular paraje de picachos rojos, residuos de los trabajos de extracción». De este modo, quedaron al margen los canales de abastecimiento de agua, imprescindibles para poder realizar el derrumbe de la montaña, «sistema que el naturalista romano Plinio denomina arrugia, y permitir la recuperación del oro en los canales de lavado». En ese momento, los canales fueron considerados como una obra menor y se encontraban muy escasamente documentados, con la carencia absoluta de una topografía adecuada, a pesar de ser ampliamente conocidos por los naturales de la zona. «No es hasta el año 2004 cuando se publica la primera cartografía de detalle, que arroja ya la sorprendente cifra de 600 kilómetros de canales, sucesivamente ampliados con nuevas investigaciones y hallazgos en el 2008 y 2017, por lo que se alcanzan ya los 700 kilómetros de recorrido», precisa.

Remarca que a las Médulas llegaban algunos canales de 147 y 124 kilómetros, «que corroboran las cifras de cien millas que menciona Plinio». Añade que este último canal realizó un importante trasvase de aguas de la cuenca del Duero a la cuenca del Sil. «La estructura de abastecimiento desvela la existencia de distintas fases de trabajo en el yacimiento aurífero y un detalle muy importante: la explotación se interrumpió por agotamiento», precisa Matías, quien afirma que la magnitud de esta obra de ingeniería, imprescindible para la existencia de las propias Médulas, «no puede pasar desapercibida, y sin duda merece el reconocimiento homónimo que ya ha recibido el objeto para el que fue construido».

En el estudio recuerda Matías que la declaración realizada por la Unesco se centra únicamente en el paraje donde se registran las espectaculares evidencias de la actividad minera romana. «Sin embargo, Las Médulas es una realidad tangible sobre el terreno en una superficie que se irradia hasta casi mil kilómetros cuadrados, sobre los que se extiende una de las mayores redes de suministro hidráulico (700 kilómetros) construida en el inicio de nuestra era, que rivaliza en magnitud con el abastecimiento de la propia ciudad de Roma».

tracking