Morala ve «cómplice» al alcalde del desastre energético

El portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ponferrada, Marco Morala, mostraba ayer la preocupación del Grupo Popular ante la incidencia que en el presupuesto municipal puede tener el alza de los precios de la energía. «Es una muestra más de la incapacidad de este presupuesto para hacer frente a los problemas reales que se plantean en Ponferrada y de los desajustes profundos que tenía en su aprobación, por no responder a una visión realista de lo que sucede en el mundo y en Ponferrada. Pero eso no es lo que más nos preocupa en este momento, sino el impacto profundo y muy negativo en el presupuesto de las empresas y de las familias de Ponferrada, que no tendrán los mecanismos que tiene un ayuntamiento para huir de la realidad hoy y endosar a las generaciones futuras los errores de planificación. Las familias están sufriendo duramente la subida de la luz y los carburantes, y las empresas ya dan síntomas de imposibilidad de mantenerse en el mercado con estos gastos estructurales si se prolongan», indica Morala.

Considera que nada de esto es nuevo, «aunque como siempre los socialistas traten de hacer como si fuera repentino e imprevisible. La guerra de Ucrania ha venido a agravar la situación, pero no a crearla. Cuando nada más llegar al Gobierno Sánchez los socialistas decidieron cerrar las térmicas una década antes del mandato europeo y votaron en el Congreso de los diputados contra la iniciativa del PP para poder tener las térmicas abiertas, ya escucharon que quitar esa energía de base más barata podría encarecer la factura de la luz hasta en un 20%. En esto se han superado: de protestar por la pobreza energética con el megavatio/hora a 60 euros hasta mirar para otro lado cuando ha llegado a superar los 700 euros. No será por no haberlo advertido; han continuado por esa senda y la inflación ya superaba el 7,4% antes del inicio de la invasión de Ucrania; ahora será incluso peor, porque el desmantelamiento efectivo que hemos visto de las térmicas como en Compostilla hará imposible su aprovechamiento futuro como en otros lugares», señala.

Indica Morala que Olegario Ramón «no solo es cómplice de esa política energética sanchista, de la que decía sentirse orgulloso, sino que es un alumno aventajado, como se ha demostrado con la nueva perspectiva resiliente de género de la central de calor. Debe decirnos de manera inmediata cuál es el coste del traslado de servicios municipales al edificio de Ciuden en lo que se refiere a la factura de la luz y cómo va a hacer frente a una factura que puede haberse triplicado. ¿De qué partida sacará el dinero, a quién dejará de atender, qué proyectos quedarán olvidados? Los ponferradinos sabían bien antes de que empezase la guerra que pagaban mucho más por todo, incluida una desbocada presión fiscal municipal, que en este momento urge por razones sociales disminuir», indica.