Negocios de la zona alta de Ponferrada tejen una alianza para recuperar pulso

Convencidos de que se puede hacer mucho más de lo que se hace por dinamizar la parte alta de Ponferrada, comerciantes y hosteleros han creado una alianza y acaban de constituir la Asociación El Reloj. El proyecto comenzó a forjarse el pasado mes de octubre, con nueve socios impulsores, pero fue ayer cuando el colectivo oficializó su existencia, tras la celebración de la primera junta general y la ratificación de la entrada de nuevos miembros. Ya son 20, pero la puerta sigue abierta para que sumen todos los regentes de negocios de una zona delimitada por el río Sil. Sí, la nueva asociación ha puesto un límite geográfico y establecido su margen de actuación del río hacia arriba incluido, lógicamente, el casco antiguo de la capital berciana.

Bares y restaurantes, clínicas de fisioterapia y odontología, comercio de telas, comercio orgánico, tiendas gourmet... «Somos una mezcla de negocios que queremos dinamizar la zona, evitar que decaiga, atraer al público, crear sinergias entre nosotros y potenciar la cultura», asegura el presidente de la Asociación El Reloj, Javier García Farelo. El Ayuntamiento de Ponferrada ya está al tanto de su actividad, ya han mantenido los primeros contactos con la concejala de Cultura, Concepción de Vega. La idea es establecer una relación fluida con la administración para apoyarse mutuamente. «Para evitar que las zonas vayan decayendo hay que ofrece algo. No vamos a entrar en el trabajo del Ayuntamiento, pero queremos crear eventos y hacer cosas atractivas para el público general», apuntó García Farelo.

Su intención tampoco es la de confrontar con la de la Asociación Templarium. «No queremos competir con ellos, pero Templarium está haciendo una labor más centrada en la zona baja de Ponferrada», explicó el presidente El Reloj.

«Hay muchas cosas que se pueden mejorar y nuestra asociación será un altavoz de transmisión de los negocios sobre las deficiencias existentes», añadió el presidente de la nueva asociación, que reconoce que la línea es ligeramente descendente en lo que al sector terciario se refiere en la parte de la ciudad que más carga turística soporta, por ser una parte importante de ella el casco antiguo. Por eso, para atender las demandas de todos los negocios y actuar para evitar caer en la desidia se han aliado y esperan que el número de asociados siga creciendo. Ya tienen actividades en mente, pero todo dependerá de los fondos con los que cuenten. De momento, financiarán todo lo que hagan con las aportaciones de los miembros. No contemplan, de momento, solicitar subvención alguna al Ayuntamiento. «Tenemos varios proyectos en mente que se harán realidad en función de la financiación», explicó Javier García Farelo horas antes de la primera junta general, celebrada a primera hora de la tarde en el restaurante La Violeta.