Diario de León

Ni Casa del Pueblo, ni casa del cura

La Iglesia gana un pleito a vecinos de San Andrés por la propiedad de una vivienda cedida por el pueblo en 1866. La parroquia la vendió en el 2007 para hacer adosados

Adosados edificados en el solar de la antigua casa del párroco en el barrio de San Roque.

Adosados edificados en el solar de la antigua casa del párroco en el barrio de San Roque.

Ponferrada

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La casa de la discordia ya no existe. Sobre el solar donde se asentaba, han construido adosados. Y los vecinos de San Andrés de Montejos que querían recuperar una propiedad cedida a la Iglesia a mediados del siglo XIX para que la habitara un sacerdote, han visto como la Audiencia Provincial de León daba la razón a la parroquia, -”que vendió los terrenos a un constructor hace cuatro años-” y la localidad se quedaba sin Casa Parroquial, sin Casa del Pueblo, y con 4.000 euros de costas judiciales por pagar.

Todo comenzó hace 150 años. El 29 de junio de 1866, un grupo de 77 vecinos de San Andrés de Montejos (Ponferrada) compró una casa, un corral y un huerto en el barrio de San Roque y cedió su posesión -”que no el dominio de la propiedad-” a la Iglesia para que destinara un cura párroco al pueblo y al menos oficiara la Misa del Corpus cada año. El sacerdote apenas ocupó la casa y durante décadas, la parroquia, -”que inscribió la posesión en el Registro de la Propiedad en 1929-” la alquiló a terceros. En enero del 2000 la Iglesia ejerció su derecho a convertir la posesión en dominio apoyándose en el tiempo que llevaba ocupándose de la vivienda y siete años después, vendía legalmente la propiedad a una constructora berciana que quería edificar chalets sobre el solar.

Una parte del vecindario de San Andrés reaccionó con sorpresa cuando descubrió el cartel de la constructora anunciando las obras, y con el apoyo de quienes dirigían entonces la Junta Vecinal, trató de recuperar la propiedad. Pero el intento de un grupo de descendientes de aquellos primeros 77 vecinos de reclamar la casa a la Iglesia y el ceder el inmueble a la pedanía para abrir una Casa del Pueblo -”y cuando el constructor acabó edificando, recibir al menos una indemnización de 30.000 euros-” ha chocado, sin embargo, con la ley. Un juzgado de Ponferrada, primero, y la Audiencia Provincial después, han dado sucesivamente la razón a la Iglesia y condenado a los vecinos -”a los que se niega incluso la legitimidad para denunciar porque su parentesco no estaría suficientemente acreditado, según la última sentencia a la que ha tenido acceso este periódico-” a pagar las costas, que ascienden a 4.000 euros.

Casi les embargan. Y como a perro flaco, todo son pulgas, los denunciantes sólo se han enterado recientemente del fallo de la Audiencia, que ha estado a punto de embargar sus bienes, porque su abogado ha muerto y no llegó a notificarles nada. Los vecinos no seguirán recurriendo.

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