Diario de León

Entrevista a Gerardo Álvarez Courel, presidente del Consejo Comarcal del Bierzo

«El objetivo del Consejo Comarcal debe ser la autofinanciación, tener competencias y recaudar impuestos»

Gerardo Álvarez Courel es la cara amable del Bierzo. Desde la atalaya que supone presidir el Consejo Comarcal sonríe al mismo tiempo que, dice, afronta los problemas de manera proactiva, sin sentarse a ver la vida pasar. Y habla con franqueza. Toda la que le deja su condición de político entrevistado por un periodista. Elevar el techo competencial, autofinanciarse, exigir a la Junta de Castilla y León, en voz alta, y al Gobierno de España, la voz más bajita, y no aferrarse al cargo pueden ser los cuatro puntales de una conversación en pleno mirador de Las Médulas. La primera estación de un viaje que llevará a lo largo del año a Diario de León a los escenarios más emblemáticos de la provincia y con protagonistas de la vida política, económica y social de un León con muchos frentes abiertos.

El presidente del Consejo y el director del Diario de León, Joaquín S. Torné, en Las Médulas. A. F. BARREDO

El presidente del Consejo y el director del Diario de León, Joaquín S. Torné, en Las Médulas. A. F. BARREDO

Publicado por
J. S. T.
León

Creado:

Actualizado:

Probablemente no hay mejor escenario para una entrevista en la que Gerardo Álvarez Courel se sincere y pueda hacer un recorrido por los dos hitos más importantes de la comarca del Bierzo en su historia, su nacimiento y muerte como provincia, y el aniversario del nacimiento del Consejo Comarcal del Bierzo.

— Desde aquí no se ve El Bierzo entero pero sí uno de sus tesoros…

—Sí, es la joya de la corona. El Consejo Comarcal no puede decir otra cosa de Las Médulas. Un paraje Patrimonio de la Humanidad y que nosotros defendemos desde el primer día como esa punta de lanza del turismo de la Comarca, un turismo de calidad, patrimonial e histórico. Tiene que ser en este aspecto el activo principal.

—2021 es un año marcado en el calendario por dos hitos tremendamente importantes en su historia… El 16 de octubre se cumplen 200 años desde que el Boletín Oficial de la época publicara el nacimiento de la provincia del Vierzo; en 1822 se decidió que Villafranca fuera la capital; el 7 de abril de 1823 con la entrada en España de los Cien mil hijos de San Luis (Que fueron 95.602 además de Luis Antonio de Angulema que les mandaba) el sueño desaparece tras llegar Fernando VII. Con él se acababa de verdad «La Pepa», la Constitución de 1812. ¿Qué queda hoy en El Bierzo de ese momento, quizá de gloria, cuando El Vierzo con uve ocupaba parte de Lugo, de Orense y de la Maragatería?

—Pues queda una Comarca, que ya no comprende esa parte de Galicia que en su día formó parte del Bierzo. Pero desde luego queda una seña de identidad en cuanto a que somos algo específico, quizá porque estemos rodeados de montañas, pero sobre todo porque somos una confluencia de muchas zonas cercanas, de muchas culturas, arraigos y ese hecho nos ha dado una potencialidad económica, sobre todo en el siglo XX, una potencialidad social, cultural. Pero no nos engañemos, han pasado 200 años. Hay que tener en cuenta esa historia y desde luego nunca olvidarlo.

—¿Continúan las antiguas rencillas por la capitalidad? En aquella época la batalla se produjo entre Ponferrada, quizá el referente económico de la época, y Villafranca, la nobleza y la burguesía, y ahora es entre Ponferrada y todos los demás…

—No. Yo creo que no. Quiero tener en cuenta esas palabras que siempre dice Olegario Ramón, que no concibe Ponferrada sin el Bierzo, ni el Bierzo sin Ponferrada. Pero no es menos cierto que aquí hay una institución que se llama Consejo Comarcal, que es la representación de toda la comarca, y también es verdad que Ponferrada tiene hoy la mitad de la población de la comarca. La importancia de Ponferrada está fuera de toda duda. En aquellos años tenía más vecinos Villafranca que Ponferrada y Villafranca fue la capital. Y ahora nadie le quita el señorío a Villafranca, sigue siendo una villa ilustre, que me gustaría que estuviera mejor cuidada y quizá ahí el debe se lo tiene que apuntar la administración autonómica que no ha desarrollado planes para que siga teniendo ese esplendor. Pero fíjese, es el único punto de fuera del Camino de Santiago donde se puede ganar el jubileo.

—Precisamente este año y el que viene se abrirá la puerta del perdón…

—Claro, la importancia de Villafranca ha sido histórica.

—El 10 de marzo de 1822, Juan de Zárate y Murga fue nombrado jefe político del Vierzo, ¿es usted el Juan de Zarate de hoy? ¿Qué le gustaría que escribieran los libros de historia de su «jefatura berciana»?

—Bueno, yo no me considero el jefe político del Bierzo. No es lo mismo una institución comarcal que una provincia. Tengo el honor desde 13 de julio de 2015 de presidir el Consejo y eso es a lo que me atengo. ¿Qué me gustaría que dijeran? Bueno, que me consideren una persona con talante, dialogante, que pretendió hacer en todo momento todo lo que pudo por el desarrollo de la comarca. Siempre lo he dicho, además, que no me puedo permitir el lujo de quedarme sentado viendo los problemas de la comarca. Luego no puedo resolverlos todos, y me quedo con intentarlo, pero no me quedaré sentado a dejar la vida pasar.

—Sigamos con la historia, este 2021 se conmemora también, el 14 de marzo, la aprobación de la Ley 1/1991 que permitió la creación de la Comarca del Bierzo. Primero con 37 municipios y después 38, con la entrada en 2005 de Palacios del Sil. Son treinta años. ¿Ese hito es mayor que el de 1821?

—Son diferentes. Es verdad que en 1821 provincias había muchas y en 1991, en Castilla y León, comarcas solo hay una reconocida como tal. 1991 también fue histórico por esa ley y tiene mucha importancia y no queremos olvidarlo porque desarrolló la institución que presido y porque en el tiempo la provincia duró dos años y el Consejo Comarcal lleva treinta y esperemos que dure muchísimos más.

—Cuando se aprueba la Ley, el Bierzo tiene 140.000 habitantes y ahora tiene 124.000 escasos. ¿Cuál es el futuro y qué hay que hacer para invertir esa tendencia?

—Hay una cosa muy clara, y es que el Bierzo tenía los habitantes que tenía porque estábamos ligados a un proceso industrial muy potente como era la minería del carbón más todo lo que llevaba añadido de forma indirecta. Y también a las centrales térmicas que ahora no están funcionando. Son sectores que llevaron 15.000 empleos en la comarca y que ahora no están. Quizá, en su día, hubiera sido bueno que a esas personas que pasaron a las prejubilaciones o jubilaciones se les hubiera, no digo obligado pero sí condicionado a que siguieran habitando en el Bierzo. Pero si no hay condiciones adecuadas está claro que la gente se va a otros lugares. Ahí es donde reclamamos las inversiones necesarias y hay que remitirse a la Junta y al Gobierno de España. Facilitar a las empresas su instalación aquí.

—Luego hablaremos más de minería. El 25 de febrero de 1983 se aprueba el Estatuto de Castilla y León y 8 años después la Comarca; si se compara con que en 1567 ya hay cartas que reclaman la independencia administrativa y no se logra, aunque de forma efímera, hasta 1821, ahora parece que las cosas van más rápido. ¿Cuál es el siguiente paso después de que se renovara el convenio con la Junta hace un par de meses y después de que estuviera once años prorrogado?

—El objetivo del Consejo Comarcal debe ser la autofinanciación. Está claro que hoy dependemos en el 98% de lo que nos aporta la Junta y el resto de la Diputación. Eso tiene que disminuir. El Consejo tiene que autofinanciarse y eso significa adquirir competencias de verdad, porque ahora somos una especie de delegación. Lo que querríamos es tener competencias propias y recaudar impuestos para asumirlas.

—¿Algo más de 4,5 millones de euros anuales de Presupuesto son suficientes para una comarca que tiene, según el INE, 123.767 habitantes y además con unas condiciones orográficas peculiares y una economía hasta ahora muy dependiente de la minería del carbón?

—No. Claro que no. Lo he dicho antes y lo reitero. Con lo que percibimos hacemos un trabajo no solo digno sino excelente. Pero estamos pillados en cuanto a la limitación del Presupuesto. Hay ayuntamientos de nuestra comarca con más Presupuesto y el Consejo debería tener más para hacer más cosas.

—Le voy a enseñar una imagen de una central térmica. Está en Belchatow, en Polonia. Tiene 2 chimeneas de 300 metros, siete torres de refrigeración, genera 33 millones de toneladas de CO2 al año, produce 5.120 megavatios y tiene licencia para extraer carbón hasta 2038. ¿Hemos hecho el idiota en León?

—No sé si hemos hecho el idiota, pero la verdad es que en el año 2013 el plan que se remite a Bruselas ya establecía que las ayudas que se concedían eran para el cierre de explotaciones mineras. Y se decía que las que continuaran tenían que devolver las ayudas. La discusión podía ser si devolverlas en un año, en dos o en treinta y cinco.

—Pero ese decreto anterior al 18 en Polonia no se produce y aquí sí y tienen veinte años más de producción carbonífera.

—Por supuesto, pero la diferencia es que en Polonia el sector ligado a la minería es el mayoritario y aquí no.

—¿Pero, de quién es la culpa de que se cerrara la minería antes de tiempo? EL PSOE dice que del PP y el PP dice que del PSOE, y mientras El Bierzo atraviesa su peor etapa económica.

—Quizá se haya sido aquí más papistas que el Papa, en cuanto a decir: nosotros vamos a ser los más verdes y lo cerramos todo. Bueno, entre todos la mataron y ella sola se murió. En ese aspecto, todos los que tuvimos en su momento una responsabilidad de Gobierno tuvimos la culpa. Pero se podían haber implementado alternativas y quien tuvo la responsabilidad en ese momento, que fue entre 2013 y 2018, no lo hizo. No nos engañemos, Pedro Sánchez llega el 2 de junio de 2018 al Gobierno pero quien gobernaba desde 2011 era otro. El plan de cierre conllevaba inversiones que no se hicieron.

—¿Ni se ha buscado en ese Ministerio que habla de Transición Justa, que los ayuntamientos dicen que es injusta?

—Sobre todo porque los ayuntamientos lo que quieren es soluciones ya, porque la gente que se queda en el paro en sus municipios lo que quieren es que se les resuelva el problema para que no exista esa sangría de población. Si no hay futuro la gente se va. Pero es verdad que los procedimientos son lentos.

—Los procedimientos son lentos y la vida es rápida. Dos meses sin salario es mucho tiempo.

—Claro, el inconveniente es ese. Lo hemos visto ahora con los Ertes durante la pandemia. La gente necesita comer, pagar facturas, hipotecas… La gente quiere esos procesos de transición justa y no se está llevando a cabo.

—¿Porque estamos demasiado preocupados por los votos o por hacer propaganda?

—Yo creo que no. Los alcaldes no están preocupados por eso.

—No me refería a los alcaldes sino a los gobiernos, a todos.

—Efectivamente es mucho más fácil y rápido hacer propaganda que llevar a cabo los proyectos. Todos los gobiernos, el Estado, la Junta, tienen que ser diligentes en las convocatorias. Hay que ejecutar, resolver. Ya sé que no es sencillo.

—¿Qué tendría que hacer Endesa para compensar su marcha después de haber nacido en esta comarca y de haber obtenido unos rendimientos milmillonarios?

—Esa es la pregunta del millón. Endesa debería invertir en el Bierzo. No puede irse de rositas, tratar de convencernos con ese plan con el que quieren compensar la situación. Con eso no vale. Es verdad que generaron empleo y riqueza, pero también obtenían un rendimiento. Lo que tiene que hacer Endesa es dejar de poner paños calientes y ejecutar algo en condiciones y no instalaciones fotovoltaicas fuera de la comarca.

—¿El presidente de la Diputación, Eduardo Morán, ha hablado en varias ocasiones de un proyecto para la zona que crearía cientos de empleos, sabe de qué se trata?

—Lo desconozco y no voy a especular. Pero sí conozco a Eduardo y si él habla de eso es que algo hay. Confío en que las conversaciones que haya salgan adelante.

—¿Hacia dónde tiene que caminar la economía berciana? ¿El turismo, la agroalimentación, la industria?

—Tiene que ser una mezcla de todo. Somos un enclave turístico espectacular y debe crecer el turismo de calidad, no para ricos pero sí de calidad. En agroalimentación es necesario apostar por la industria de transformación del producto en origen. Y, por último, la industria tiene que estar presente. Quien piense que en el Bierzo se puede vivir sin industria se equivoca de cabo a rabo.

—¿Qué le diría a esos grupos ecologistas minoritarios que se oponen a todo por sistema como pasa con Forestalia, con Cosmos o con los parques eólicos?

—Siempre digo que hay que respetar los condicionantes medioambientales que tiene la zona. Hay una normativa y hay que cumplirla. Si se cumplen no hay por qué no conceder la licencia de actividad. Lo que hay que hacer es inspeccionar que se siga cumpliendo. Y eso vale para todos. En el caso de los aerogeneradores hay que hacer compatible el impacto visual con la generación de energía.

—¿El Polo logístico en el que trabaja el PSOE para El Bierzo es posible o es una entelequia después de la eterna reivindicación de Torneros o del auge de Villadangos?

—Podríamos decir que con el auge de Villadangos a lo mejor no tenía sentido Torneros. Quizá no haya que centralizar todo y aprovechar las conexiones de ferrocarril y carretera. Aquí en el Bierzo lo tenemos. Hay que buscar la compatibilidad de todo.

—¿Por qué nunca aprovechó El Bierzo su envidiable ubicación como cruce de caminos? ¿Faltan infraestructuras capaces de garantizar el transporte de mercancías?

—Yo creo que sí se ha aprovechado. La orografía nos condiciona, porque no es lo mismo una autovía de montaña que en el llano. Pero necesitamos más conexiones, la A-76, La Espina, etcétera.

—¿Cree que el Corredor Atlántico, al que se fía una gran parte del futuro del noroeste de España, será realidad en algún momento?

—Una de las cosas que me duele recordar es que ya hace dos años que hubo reuniones en Gijón, con Galicia y Asturias, y nosotros pedimos formar parte de esa plataforma y ya apuntábamos la necesidad de dar a conocer lo que somos y lo que tenemos. Eso es lo que hizo el Corredor Mediterráneo.

—Y con el innegable apoyo del ministro Ábalos, que sí apoya al Mediterráneo pero no al Atlántico.

—Le compro el mensaje, pero creo que no es así. Pero ya de aquella el Mediterráneo tenía 130.000 firmas de apoyo y muchas empresas y aquí no se ha hecho nada. Ni Galicia, ni Asturias ni Castilla y León. No nos engañemos, nadie nos conoce. Y si hay que hacer una página web, el Consejo, que es la administración con menos dinero, estaría dispuesto a poner dinero.

—¿El campus universitario debería jugar un importante papel, pero no parece que acabe de despegar? ¿Qué puede hacer el Consejo Comarcal para impulsar algo que es tan básico como la Educación de sus jóvenes?

—Nosotros hemos hablado en su momento con los candidatos a rector de la situación y de la necesidad de titulaciones acordes al desarrollo de esta tierra. Algo que genere interés. Eso es lo que hace que pueda venir gente al Campus de Ponferrada.

—El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha reiterado su interés por apoyar la economía del Bierzo. ¿Lo cree?

—La verdad es que desde que tomó posesión ha visitado el Consejo Comarcal, cosa que no había hecho ningún presidente de la Junta antes y ha hecho casi más visitas que los cuatro años anterior Juan Vicente Herrera. En todo caso, ese apoyo habrá que verlo en el futuro. Como soy positivo quiero creer que será así.

—¿Qué le ha pedido o qué le va a pedir? ¿Le recuerdo que su partido gobierna en el Estado y que los Presupuestos del Estado pueden ser mucho más generosos que los de la Junta y no lo han sido, sino más bien lo contrario?

—Eso tendría matices. Nosotros lo que le pedimos a la Junta es implicación en el desarrollo competencial. Es verdad que en cuestión de dinero, el nuevo convenio nos permite un pequeño desahogo, que ya advierto que no va a ser para salarios. Lo que sí le pedimos es ayuda para desarrollar competencias, como ocurre con el parque micológico, o para llegar a hacer la recogida de residuos sólidos urbanos para todo el Bierzo. Y, por supuesto, el objetivo es que nos ayuden a la construcción de una nueva sede.

—La Sanidad rural es un dolor constante de cabeza para esta provincia, ¿Qué opina de la eliminación de consultorios o médicos?

—Es una situación compleja, pero tiene solución y hay que adoptar las medidas. Es lógico que haya profesionales que cojan la baja, pero lo que es básico es que se sustituya. Y eso no se está haciendo o no se está haciendo con la diligencia necesaria y por eso hay problemas con la atención primaria, o en pediatría. Eso hay que resolverlo.

—Lleva algo más de cinco años y medio como presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, ¿cree que 8 años son suficientes para un proyecto o dadas las circunstancias es necesario otro mandato?

—Cinco años y medio se han pasado enseguida. Este 2020 nos ha hecho cambiar nuestra forma de ver la vida y no voy a extenderme más en eso. Ocho años son suficientes para hacer un proyecto, que nunca queda finalizado del todo, pero queda la siembra. En cuatro no, y ese fue el error del Consejo Comarcal anteriormente.

—¿Cuál es entonces su horizonte político?

—Ninguno. Y lo digo con toda la franqueza. Siempre digo que la política tiene que ser algo provisional. Y entre en una lista en 2003 como concejal en Bembibre y soy concejal desde 2007. Pero ambiciones no tengo ninguna. Siempre estaré a disposición del partido donde me quiera ubicar. Y no porque tenga la obligación de hacerlo, sino porque considere que pueda ser útil. Si no, me iré para mi casa con la conciencia tranquila.

—La primera parte de la respuesta parecía un «abandono el Consejo y dejo la política» y la segunda es «habrá otro sitio donde pueda ser útil…

—A ver, dejar el Consejo y dejar la política son cosas distintas. Entiendo que el ciclo de ocho años ha pasado pero seguiré estando a disposición del PSOE. Ahora, si llegado el caso no formas parte de ninguna lista está claro que no tienes alternativa. Pero no me lo he planteado y no me asusta.

—Eso es que la política le abandona a usted y no que usted deje la política. ¿Se siente reconocido por su partido?

—Parece que es algo de soberbia, pero yo creo que sí. Creo que el partido entiende la labor que estamos haciendo en el Consejo Comarcal y me siento querido como compañero y nadie me ha dicho lo contrario y creo que tengo buena relación con los de arriba y con los de abajo.

tracking