Diario de León

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El olivo vuelve al Castro Ventosa

Un centro de enoturismo de 750.000 euros planta un olivar de 2,5 hectáreas en Pieros, descubre las ruinas de una casa romana y edificará un albergue de 30 plazas.

Víctor Arroyo, ayer junto a los olivos plantados en Pieros que ya han empezado a producir los primeros litros de aceite.

Víctor Arroyo, ayer junto a los olivos plantados en Pieros que ya han empezado a producir los primeros litros de aceite.

Ponferrada

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En la carretera de Cacabelos a Villafranca del Bierzo, siguiendo el Camino de Santiago, existe un pago que se conoce como Los Olivares desde hace al menos doscientos años. Es un terreno que no produce aceite pero revela que en la zona prendían los olivos en otra época.

Muy cerca de Los Olivares, y desde hace cuatro años, vuelven a crecer las aceitunas. Son dos hectáreas y media de olivos plantados en terrenos de la pedanía de Pieros, dentro del Centro de Enoturismo vinculado a la bodega Castro Bergidum que ha empezado a construir en la zona el empresario Víctor Arroyo. Con un presupuesto de 750.000 euros, además de ahondar en la recuperación el cultivo del olivo para la agricultura berciana —Benito Otero también cuenta con dos hectáreas en Campo— el proyecto de Castro Bergidum ha sacado a la luz las ruinas de una antigua casa romana que hará honor al nombre de la bodega, e incluye la construcción de un albergue de 30 plazas y un edificio funcional donde realizar catas y exposiciones. El proyecto ya cuenta con una subvención europea de 115.000 euros concedida a través del grupo de acción local de la Asociación para el Desarrollo del Bierzo (Asodebi) y Arroyo negocia estos días con los bancos los créditos necesarios para cerrar el presupuesto.

De momento, los olivos han empezado a producir los primeros litros de aceite. «Después de cuatro años, este último han salido los primeros 80 litros, que vamos a embotellar con marca propia», explicaba ayer Arroyo. El Centro de Enoturismo, que ocupa una finca de siete hectáreas y media, con cinco de ellas de viñedos, contará con dos edificios de nueva planta: un centro de visitantes de 600 metros cuadrados y una fachada de cristal donde se difundirán los vinos del Bierzo, no sólo los de Castro Bergidum, y se programarán catas comentadas y exposiciones; y un albergue de 30 plazas y otros 400 metros cuadrados, que ofrecerá alojamiento a la vera del Camino de Santiago.

El complejo estará completo con un hallazgo con el que nadie contaba, aunque no ha sorprendido a nadie. «Estamos dentro del paraje protegido del Castro Ventosa, y Patrimonio obliga a realizar excavaciones previas. Hemos encontrado las ruinas de la casa de época romana y las vamos a enseñar dentro del Centro de Enoturismo», explica Arroyo. La excavación ha sacado a la luz restos de una cocina y una habitación en torno a un patio, pero todavía no está concluida. «Queda una parte con metro y medio de tierra por retirar», cuenta Arroyo, satisfecho del maridaje entre la uva y la aceituna con sabor romano que ofrecerá su Centro de Enoturismo.

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