Once centros públicos de Cacabelos, al borde del apagón por los impagos
El Ayuntamiento sólo tiene una semana para hallar liquidez para pagar las nóminas.
El centro del casco urbano de Cacabelos, tras la plaza del Ayuntamiento, con la estatua del Vendimiador a la derecha.
Las telarañas que crian las arcas municipales de Cacabelos precipitan por horas, cuando no por días, los problemas del Ayuntamiento de Cacabelos. El más perentorio ahora es el pago de al menos una de las 16 mensualidades pendientes para evitar que Gas Natural Fenosa corte en cuestión de 48 horas la luz a casi una docenas de espacios municipales.
El alcalde, el popular Adolfo Canedo, tenía ayer sobre su mesa una relación de once puntos a los que se cortará el suministro sino encuentra ya 22.000 euros para abonar a la eléctrica una de las facturas. Entre los espacios que se relacionan aparecen algunos que apenas tienen uso público. Pero otros son especialmente relevantes.
En este conjunto se encuentran la aulas de los centros de Primaria tanto de Cacabelos como de la vecina localidad de Quilós. También peligra el alumbrado de la Casa de la Cultura, el local donde se imparten las clases de la Escuela de Música, y la energía para las instalaciones de las piscinas y el campo de fútbol. El corte afectaría asimismo al Museo Arqueológico (Marca), aunque el plan de ajuste en la villa del Cúa ya lo mantiene cerrado desde hace semanas.
Esta no es la primera vez que Gas Natural Fenosa amenaza con el corte de la luz al Ayuntamiento. La última vez, sin embargo, se reunió la cantidad mínima necesaria para eludirlo. En esta oportunidad parece altamente improbable.
Con esta espada de Damocles sobre la cabeza del regidor, lo peor aún se puede avecinar la semana que viene. Sobre todo para los 51 trabajadores de la plantilla municipal. Porque como se reveló en el Pleno del pasado martes, tampoco hay ni un euro para hacer frente a la nómina del mes de noviembre. Esta debería liquidarse como mucho a mediados de la semana que viene. Pero los más de 80.000 euros que se necesitan para afrontar los salarios —más las cotizaciones sociales— no parece sencillo que aparezcan en tan poco tiempo. «Es que no ingresamos nada. Y así es imposible», se lamenta atribulado Adolfo Canedo en declaraciones a este periódico. Él sigue echando todas las culpas a la mala gestión, plagada de irregularidades contables, del anterior equipo de gobierno del PSOE.
Mentís. Ayer, por cierto, uno de los ex trabajadores a los que aludió el alcalde como uno de los supuestos beneficiados de los impagos de gobierno socialista a la Seguridad Social para evitar embargos lo desmintió. Este operario aportó una copia su liquidación en el Ayuntamiento el pasado mes de agosto para demostrar que abonó a la Seguridad Social todas las cotizaciones que no se le retuvieron. Algo que sigue ocurriendo con su percepción del paro.