Diario de León

La oposición suspende la gestión de Olegario Ramón y su visión «autoritaria» de Ponferrada

PP, USE y Cs abandonan el Pleno sobre la ciudad por utilizar un último turno sin réplica El alcalde evita negar que quiera ser diputado o senador como denuncia Folgueral Marco Morala pide su dimisión: «Váyase, señor Ramón»

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Ponferrada

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El Pleno sobre el Estado de Ponferrada se resumió ayer en la imagen que reflejó la retransmisión en directo a las dos horas, 38 minutos y 40 segundos, cuando tres de los cuatro portavoces de la oposición en el Ayuntamiento —los del PP, Cs y USE— abandonaron el salón consistorial para denunciar la «extralimitación» del alcalde al volver a tomar la palabra sin límite de tiempo después de reducir sus intervenciones a dos, de diez y cinco minutos respectivamente.

Fue la portavoz de Ciudadanos, Ruth Morales, quien, tras decir Ramón que era una prerrogativa» que le concedía la ley como alcalde, pidió la palabra por una cuestión de orden para advertirle que su función sólo era «moderar, ordenar y dirigir el debate» en base a varios artículos de la Ley de Bases de Régimen Local y otros reglamentos y anunciar que abandonaba el salón de Plenos, decisión a la que se sumaron al instante Marco Morala (PP) y Samuel Folgueral (USE) mientras el alcalde seguía en pantalla en el nuevo turno de palabra.

El Pleno, que sólo tenía un antecedente en otro convocado por Ismael Álvarez siendo alcalde, puso de manifiesto dos visiones contrapuestas sobre Ponferrada. La del equipo de gobierno, por una parte, y la de una oposición que, con distintos matices, criticó no sólo la gestión sino también el talante «autoritario» del propio alcalde, que tiene en su haber, como le recordaron, ser el primero de Ponferrada condenado por vulnerar derechos fundamentales. El PP llegó a pedir su dimisión, mientras que USE consideró que la Alcaldía sólo es «una hoja de ruta» trazada por Ramón para convertirse en diputado o senador la próxima legislatura. Cs y el PRB pusieron el acento en el abandono en que se encuentra la ciudad.

El alcalde, en su intervención final, sólo pudo dirigirse a Tarsicio Carballo, que no abandonó la sala y al que Ramón le agradeció que se quedara. Al mismo que le ha negado 147 veces que se haga un paso de cebra en una calle de Cuatrovientos.

Olegario Ramón aprovechó el cierre del debate para defender su gestión y la del equipo de gobierno frente a la forma de actuar y ejercer el poder por anteriores equipos. Un trabajo que se ha visto alterado, como señaló en más de una ocasión, por la pandemia. Ya sin oposición salvo el representando del PRB, a Folgueral le dijo que no tiene «la inteligencia para esa hoja de ruta», en alusión a si quiere ser diputado o senador, aunque no lo negó tampoco, y a Morala le recordó que se conocen desde hace años y que en más de una ocasión le ha dicho «quien fue la peor alcaldesa de Ponferrada».

«Soy un trabajador y he luchado por los derechos y libertades de todo el mundo», imploró en otro momento de su intervención final, en la que también se refirió al caso Muñoz para matizar que cuando se firmó el pacto de gobierno «no había ocurrido nada». Su primera intervención se centró en desgranar, área por área, todo lo que ha sido el trabajo de este año y medio, con especial atención a su proyecto de ciudad digital e Internet de las Cosas. En total, 40 minutos.

«Todo es defendible y mejorable», admitió como resumen antes de anunciar nuevas reducciones en tasas para el próximo año. El Ayuntamiento, según dijo, lleva gastado con la pandemia más de medio millón de euros.

Al paseo del río, el Castillo Viejo, el Aru de la Puebla o el proyecto de la soledad, que ya vienen del anterior mandato, se unen otros, como una posible remodelación del centro comercial de La Máquina o un bosque urbano en el parque de la Juventud. El Ayuntamiento, también adelantó, sacará un concurso público para la instalación de plantas fotovoltaicas. También dio a entender un próximo convenio con la Ciuden, que puede incluir el traslado de dependencias municipales. A largo plazo fijó la Ronda Sur y el Cylog.

En mayor o menor medida, la oposición fue ayer muy dura con el alcalde. Del «váyase, señor Ramón, por el bien de Ponferrada» que utilizó el portavoz del PP, Marco Morala, para pedir su dimisión, al «adanismo y el rencor» que denunció Samuel Folgueral con todo aquel que discrepa de su gestión, pasando por el abandono y la desidia en la que está la ciudad, según Ruth Morales. Tarsicio Carballo extendió su denuncia de que «Ponferrada está desastrosamente mal» al actual equipo y también a los anteriores gobernantes.

Morala, especialmente en su primera intervención, criticó a Ramón por su «culto a la personalidad digital» en las redes sociales, que le lleva a vetar a todo aquel que discrepa, además de recordarle que está condenado por vulnerar derechos fundamentales. «Tiene un talante totalitario; usted teme a la democracia», añadió. El portavoz del PP señaló también que Ponferrada es hoy una ciudad triste y sucia, sin liderazgo, y que su partido le ha tendido la mano ante la pandemia, si bien ha llegado a la conclusión de que «es el peor alcalde para el peor momento, y Ponferrada no se merece un alcalde como usted», concluyó. Ramón ironizó con que le habían escrito el discurso.

Samuel Folgueral consideró la gestión de Olegario Ramón «como una huida hacia atrás» para echar en cara a los demás su propia inacción ante los problemas de la ciudad, «que no son consecuencia del Mundial de Ciclismo. ¿Ha pasado algo más relevante desde el año 2014?», se preguntó el portavoz de USE. Folgueral aseguró que Olegario Ramón «tiene una nula ambición como alcalde» y, tras recordarle el pacto con Pedro Muñoz, aseguró también que «Ponferrada es su herramienta de marketing político». Al final del debate, Folgueral, en un tono más conciliador, le ofreció acuerdos «si baja a la calle».

Ruth Morales, que no sobrepasó el tiempo que tenía fijado, señaló que a Olegario Ramón le ha beneficiado la pandemia porque le ha servido para «ocultar» su deficiente gestión. Tras recordarle la subida de las tasas del agua y otros impuestos, consideró que ha tomado decisiones como la eliminación de algunas empresas públicas «por prejuicios ideológicos» y puso como ejemplo de su forma de actuar el encendido de las luces de Navidad que no puede ser «más tardío, cutre y desigual».

Tarsicio Carballo pidió al alcalde que no se echara flores con el contrato de la basura porque la última adjudicación sólo fue recurrida por el PRB. El bercianista hizo una intervención más centrada en denunciar con varios ejemplos que Ponferrada está abandonada y reiteró su propuesta para hacer un lago artificial en la zona del río Sil. También pidió más iluminación, una verja en la calle del Reloj o que se pinten los pasos de cebra. «Estos pequeños detalles son los que hacen una ciudad», añadió. Además, reclamó una avenida de la Puebla de un único sentido.

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