Diario de León

TURISMO Y MEMORIA HISTÓRICA

Peón de Arriba, el pueblo devorado por el monte que resucitó en ecoaldea 50 años después

12 años y 800.000 euros de inversión para transformar este núcleo poblacional de Carracedelo

Este pueblo recuperado del municipio de Carracedelo ya funciona como complejo de ecoturismo rural sostenible. L. DE LA MATA

Este pueblo recuperado del municipio de Carracedelo ya funciona como complejo de ecoturismo rural sostenible. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Pudo haber sido un pueblo consumido por el fuego. Sí lo devoró la maleza. Pudo haber desaparecido bajo las entrañas de un monte que avanzó sin piedad durante más de medio siglo. Pudo haber quedado en nada, pero el Ayuntamiento de Carracedelo decidió cambiar ese destino hace más de doce años y, hoy, Peón de Arriba es una ecoaldea sostenible que será gestionada como complejo turístico. Tres viviendas totalmente rehabilitadas se reparten las 30 plazas de alojamiento de las que dispone el conjunto y se ha construido una palloza con teitado de paja como edificio auxiliar. Cuenta con zonas comunes y otras de uso privado que se pueden alquilar por estancias o en su totalidad, pero dos son sus valores principales: El entorno que lo rodea y, sobre todo, la memoria histórica que preserva.

Peón de Arriba se vació en 1971. La última puerta que se cerró fue la de la casa Cobos y un año antes se habían marchado ya los Macías Macías. Dos familias con siete niños que crecieron en un pueblo de tres casas en el que era fácil encontrarse con el lobo bebiendo agua de una fuente cuando regresaban de la escuela. Caminaban hasta Peón de Abajo y tenían que subirse a una barca para cruzar el río Sil. Así mañana y tarde. Y cuando volvían a casa, corrían entre las tierras labradas y sembradas de trigo, centeno y cebada o jugaban al balón en una era no muy cuidada pero destinada a ese fin. De esto ya no queda más que los recuerdos de esos niños que hoy rondan la edad de jubilación y han visto cumplido el sueño de ver a su pueblo vivo. Para ello, no pusieron grandes pegas ni tampoco inconvenientes en el propósito del Ayuntamiento de Carracedelo de adquirir sus viviendas y firmaron la compraventa que ha permitido dar forma a un proyecto turístico pionero no solo en el Bierzo y León, sino a nivel autonómico.

Peón de Arriba ya es una ecoaldea sostenible que tiene su propia captación, tiene su propia fosa séptica y donde todo el sistema de energía eléctrica es fotovoltaico

Cuatro de esos siete niños fueron testigos este sábado de la puesta de largo del nuevo Peón. Un acto de inauguración en el que las tres administraciones que han financiado la recuperación de este pueblo -un barrio de Villadepalos según a quién se pregunte- coincidieron en señalar la importancia de hacer "política con mayúsculas" e ir de la mano en la defensa de los verdaderos valores de una comarca y una provincia rurales por encima de todo. Los más de 830.000 euros que ha costado la intervención, ejecutada en tres fases desde 2018, han salido de los bolsillos de la Diputación de León (464.626 euros), el propio Ayuntamiento de Carracedelo (250.000) y la Junta de Castilla y León (121.000 euros).

Representantes del Ayuntamiento de Carracedelo, la Diputación de León y la Junta de Castilla y León, además de José Luis Prada. L. DE LA MATA

Representantes del Ayuntamiento de Carracedelo, la Diputación de León y la Junta de Castilla y León, además de José Luis Prada. L. DE LA MATA

Fue, precisamente, el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien puso apellido a la política que se ha demostrado en Peón de Arriba. "Al margen de la política en minúsculas y a veces embarrada, hay una política real y leal que es la que se ha hecho aquí y que yo creo que es bastante común en esta provincia", afirmó el consejero para afianzar las palabras pronunciadas primero por el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, que así mismo había incidido en la importancia de esa colaboración institucional para "poner en valor un proyecto sostenible que va a generar actividad económica y va a potenciar el turismo". Pero si alguien habló con conocimiento de causa y, sobre todo, emocionado ese fue el alcalde de Carracedelo. Para Raúl Valcarce, el proyecto de recuperación del pueblo de Peón de Arriba es por el que ha sentido "una especial predilección en todas las legislaturas que llevo como alcalde". Y llevar lleva casi 30 años.

"Hoy es un día de satisfacción y de alegría después de muchos años. Estamos hablando de un periplo que abarca más de doce años desde la compra hasta la ejecución de las obras. En este tiempo han ocurrido muchas cosas, pero sobre todo una fundamental, que es que hoy tenemos lo que buscábamos, que era recuperar la margen izquierda del Sil a través de la recuperación de la memoria histórica de Peón de Arriba", dijo Valcarce, reconociendo que los principios fueron confusos y hasta se creyó que quiméricos con el propósito de levantar lo que hoy ya camina solo. "Peón de Arriba ya es una ecoaldea sostenible que tiene su propia captación, tiene su propia fosa séptica y donde todo el sistema de energía eléctrica es fotovoltaico. Por lo tanto, estamos ante un proyecto del que Carracedelo puede presumir en la comarca y seguramente también en la comunidad autónoma", celebró el regidor.

Cuatro nativos de Peón de Arriba que se fueron de pueblo cuando eran unos niños. L. DE LA MATA

Cuatro nativos de Peón de Arriba que se fueron de pueblo cuando eran unos niños. L. DE LA MATA

León Aventura es la empresa que ya gestiona el complejo turístico. La iniciativa de recuperar Peón es cien por cien pública, pero su explotación como centro de turismo rural será privada y ya está en marcha. De hecho, dos de los miembros de la empresa a la que se ha encomendado la gestión se han empadronado en el pueblo y vivirán en él de continuo esperando a quienes vengan de fuera a disfrutar de una oferta de ocio y tiempo libre que incluye rutas de senderismo y bicicleta de montaña, espeleología y barranquismo, entre otras, a un paso de Las Médulas y del Castillo de Cornatel, a menos de un kilómetro del Sil y en el corazón de un Bierzo inmenso desde el punto de vista natural. Peón de Arriba fue un pueblo devorado por el monte que ha resurgido cual ave fénix convertido en un centro de ecoturismo rural.

Carmen y Dori Macías Macías tenían 12 y 10 años cuando se fueron de Peón. Su padre era minero y, una vez que murieron sus abuelos, decidió que era momento de marchar. En Peón de Arriba no había agua ni había luz ni los servicios que sí les ofrecía su lugar de destino, así que hicieron las maletas y cerraron la puerta por última vez en 1970. Volver volvieron durante años porque allí les quedaron tierras y, sobre todo, los castaños; pero con el tiempo ese regreso periódico también se difuminó y lo que ellos dejaron lo fueron ganando las zarzas. Un año después, en 1971, también se marchó la familia de Carlos Álvarez Cobos. Él, su hermana y sus padres fueron los últimos. Recuerdan aquella infancia como un cúmulo de momentos felices en los que compartían las batallas diarias propias de los niños de pueblo. Un pueblo al que había que llegar o del que había que salir andando o en bicicleta, lugar de paso también para quienes iban de Campañana en dirección a Toral de los Vados. A esos les dejaban la barca para que cruzaran el río.

A día hoy, se puede llegar a Peón desde San Juan de Paluezas, Campañana y Villaverde, pero nunca por carretera. Son pistas las vías de comunicación. También se accede en todoterreno desde Peón de Abajo y es posible entrar a pie desde la pasarela del río Sil en Villadepalos. Ni hay pérdida ni el camino se complica.

 

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