Los PGE dejan sin decidir hacia dónde irá la autovía de La Espina

Los Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que ya están en el Congreso de los Diputados para su debate y aprobación, no despejan la incógnita de si la Oviedo-La Espina (A-63) seguirá antes hacia la costa para su conexión con la autovía del Cantábrico a la altura de la localidad asturiana de Canero o si algún día continuará hacia Cangas de Narcea, lo que abriría la posibilidad de un hipotético ‘salto’ a la provincia de León por Laciana hasta Ponferrada; eso sí, a muy largo plazo.

Frente a otros proyectos como la A-76 Ponferrada-Orense, que contemplan partidas simbólicas —el tramo berciano Villamartín de la Abadía-Requejo tiene 100.000 euros en las inversiones previstas, a todas luces insuficiente para la adjudicación de las obras de los 6 kilómetros de autovía— los PGE muestran la clara voluntad del PSOE, que gobierna Asturias, de acabar la autovía A-63 hasta La Espina desde la capital asturiana. Dos son las partidas que vienen en los Presupuestos, una de 16,3 millones para el tramo Cornellana-Salas y otra de 3,8 para el Salas-La Espina, 20,1 en total.

La A-63, ahora la Oviedo-La Espina, es una autovía a ninguna parte porque no conecta con ninguna otra vía de alta capacidad. La conexión con Canero, entre Luarca y Cadavedo, fue asumida por el Ejecutivo central tras la llegada de José Luis Ábalos al Ministerio de Fomento, ahora rebautizado como Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pero no viene en los Presupuestos.

Tampoco es que en Asturias haya habido una reacción crítica con la falta de partidas para continuar la autovía. Aunque la política asturiana mantiene el sueño de Jovellanos de abrir barreras orográficas, el gobierno del Principado ha destacado más el incremento de un 53% en las inversiones sobre todo para llevar el AVE desde León y para comunicaciones de cercanías.

La Espina-Ponferrada, que ni siquiera ha dado los primeros pasos administrativos, tendría un coste de casi 535 millones de euros en la parte asturiana, según el estudio del gobierno que preside el socialista Adrián Bardón. De La Espina a Cangas de Narcea costaría 390.887.515,08 para construir 41,7 kilómetros de doble calzada y 143.695.409,99 desde Cangas al límite con la provincia de León, en Laciana, otros 42,6 kilómetros, según los estudios del ejecutivo asturiano.

Planes ministeriales

Ábalos prometió su conexión con la Autovía del Cantábrico, pero no se contemplan fondos

La actual planificación de carreteras sólo contempla como actuación del Estado la terminación del eje Oviedo–La Espina (autovía A-63), y su prolongación hasta Canero, para su conexión con la Autovía del Cantábrico.

Aunque la A-63 llegara algún día hasta el límite con León tampoco estaría asegurada su continuidad hacia el Bierzo. La Junta de Castilla y León, que tendría asumir el coste hasta Ponferrada, no está por la labor y plantea alternativas como una vía rápida desde Toreno, donde ahora acaban los único 15 kilómetros de autovía en el Bierzo, por un nuevo trazado en algún tramo alegando la complejidad de la obra y los daños medioambientales de atravesar una cordillera como la Cantábrica. Sin embargo, por esa misma razón, no se podría hacer ninguna gran obra salvo en zonas llanas.

Asturias no renuncia a la autovía de La Espina-Cangas de Narcea-Ponferrada porque constituiría el primer tramo de la denominada Vía de Alta Capacidad del Suroccidente, una infraestructura que tiene como objetivo a largo plazo «vertebrar» una amplia zona de la región y que continuaría hacia la provincia de León por la zona del Rañadoiro. La construcción de esta infraestructura crearía un nuevo eje norte-sur en Asturias y permitirá conectar la zona suroccidental (especialmente los núcleos de Tineo, Cangas de Narcea y Degaña) con la red de autovías estatales —A-63 en La Espina y A-6 en Ponferrada, si siguiera hacia el Bierzo—, dice en sus planes el gobierno asturiano.

En la actualidad, el itinerario entre La Espina y Cangas de Narcea se realiza a través de las carreteras autonómicas y las intensidades de tráfico van desde los 4.252 vehículos en el tramo La Espina-Tineo hasta los 5.402 en el tramo Tineo–Cangas de Narcea. Ambos tramos, definidos ya con sección de autovía por el gobierno asturiano, disponen de un Estudio Informativo aprobado por el Ejecutivo asturiano.

El Plan Director de Infraestructuras para la Movilidad de Asturias se aprobó en 2017 y de forma periódica es actualizado, según consta en la web oficial del Principado. «La actuación propuesta reduciría la accidentalidad, incidiría en la cohesión territorial y generaría beneficios sociales», resume el documento, que no hace un cálculo del tráfico de vehículos que elegiría esta autovía hacia el Bierzo si se hiciera la A-63 completa.

En contra, el documento admite que igual no se alcanza el tráfico deseado para tanta inversión económica, aunque faltan estudios técnicos.