Ponferrada: las mujeres toman la calle pero no tienen calles

maría carro | ponferrada

La revolución femenina es un hecho, las mujeres han roto un silencio de siglos, han alzado y la voz y han tomado las calles. Calles, eso sí, dominadas por los hombres. Los callejeros urbanos siguen siendo, hoy, el reflejo de la triste realidad que ha tenido que enfrentar el género femenino a lo largo de la historia, relegado a un segundo plano, sin apenas reconocimiento público, marcado por la cruz impuesta por los hombres.

Ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona y Cádiz ya han empezado a trabajar para cambiar la nomenclatura de su mapa urbano, aprovechando, en gran parte, la eliminación de los espacios públicos vinculados al franquismo. Pero todavía queda mucho por hacer. En Ponferrada, sólo hay 16 calles que llevan nombre de mujer.

Varias benefactoras de la ciudad, tres locutoras radiofónicas, dos fundadoras de órdenes religiosas con fuerte arraigo en Ponferrada (la Asunción y la Inmaculada Concepción), una política, una poeta, dos representantes de la realeza, una aventurera berciana que fue la primera escritora española de nombre conocido y dos personajes literarios son las mujeres a las que la capital berciana ha querido reconocer públicamente a lo largo de la historia. Son Yolanda Ordás, Juana Ginzo, Clara Campoamor, Matilde Conesa, María Eugenia Milleret, Luciana Fernández, Gregoria Campillo, Eladia Baylina, Santa Beatriz de Silva, Rosalía de Castro, las infantas doña Teresa y doña Sancha, la Monja Egeria (mal nombrada Etérea en el callejero), doña Beatriz y Martina del Valle. Aunque no aparece en el plano superior, también forma parte de este listado Martina Fernández Carro, casera del alcalde Isidro Rueda que, junto a su marido, fue la primera pobladora del barrio que hoy lleva su nombre, la Martina. Una «mujer de pueblo» —explica el historiador Vicente Fernández— trabajadora, luchadora y bondadosa que adquirió mucha fama.

Hubo un tiempo, en la República, en la que también Luisa Lagunero tuvo su calle. Una benefactora de la ciudad a la que el franquismo borró del mapa y que dio nombre a la vía hoy dedicada a Isidro Rueda, recuerda el bibliotecario-archivero de Ponferrada, Jesús Courel. Por su parte, Lydia Valentín marca la otra cara de la moneda. La haltera berciana se incorporará el mapa urbano de la capital berciana una vez se oficialice la designación del pabellón deportivo del Toralín con su nombre.