Ponferrada pedirá fondos a Patrimonio para acabar de restaurar la iglesia de Montes

El coro, tan deteriorado por el paso del tiempo que al concejal del Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso, le da miedo que se pueda venir abajo en cualquier momento. Los tres retablos de madera, que el arquitecto del Plan de director del Montasterio de Montes, Eloy Algorri, sitúa entre los siglos XVII y XVIII, deteriorados por las filtraciones de agua. La cúpula resquebrajada, posiblemente desde el terremoto que devastó Lisboa en 1755, aunque sin riesgo de desplome, repite Algorri. Y la sacristía. Y la policromía que se intuye debajo de la cal ennegrecida por las humedades en las paredes del templo, recuerda el párroco y administrador de la Fundación del Hospital de la Reina Antolín de Cela.

Son las actuaciones que quedan pendientes en la iglesia del monasterio de San Pedro de Montes, un ejemplo de edificio con elementos del romántico, del gótico, del mozárabe y del arte neoclásico que se observa en su fachada principal, y que el Ayuntamiento de Ponferrada pondrá en noviembre sobre la mesa del nuevo director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Gumersindo Bueno, que el día 12 recibirá en Valladolid al concejal del Medio Rural, Iván Alonso.  

Apagados los ecos del congreso internacional que el pasado fin de semana recuperaba la historia del monasterio coincidiendo con el 1.100 aniversario de la consagración de la iglesia y con la presencia de ponentes venidos de Braga o de Toulouse, o de la Casa Velázquez de Mardid, llega el momento de plantear a la Junta la necesidad «prioritaria», explica Alonso, de completar la restauración del templo.  

Porque apagados los ecos de las ponencias en una actividad dirigida por la historiadora Gregoria Cavero, el propio Antolín de Cela y Jorge Vega, y con la implicación del centro asociado de la Uned en Ponferrada y la Universidad de León unidas en la Cátedra de Turismo Sostenible, entre otras entidades, la iglesia volverá a quedarse con la deficiente iluminación que estos días había mejorado con una instalación provisional del Ayuntamiento de Ponferrada. «La iglesia está molida. Las paredes no se pueden encalar sin un estudio previo de las pinturas y debe ser la Junta la que busque una solución a los enfoscados, y luego está la instalación eléctrica que necesita», explica De Cela.  

El Ayuntamiento ya ha encargado una memoria económica al arquitecto Algorri para preparar la reunión con el director general de Patrimonio. Para más adelante quedará definir si continúa la restauración del resto del monasterio en caso de que un inversor empresarial esté dispuesto a abrir algún tipo de hostelería. Eloy Algorri puntualizaba ayer que el Plan Director no impide de por sí un uso hostelero del cenobio. «El Plan Director no es vinculante», deja claro, antes de explicar que del uso que decida la propiedad lo que a él como arquitecto le interesa «no es lo que se hace, sino cómo se hace».  

A la espera de saber si la iglesia también formará parte de las prioridades de la Junta, tanto Iván Alonso, como Antoín De Cela estaba ayer satisfechos con el resultado del congreso internacional y cómo los habitantes del pueblo y de las localidades próximas han participado junto a los expertos de las distintas universidades. La galería oriental del monasterio, restaurada tras una inversión de casi un millón de euros ha demostrado que es un buen lugar para albergar exposiciones y congresos, cuenta De Cela, dispuesto a sacar del cajón un proyecto de 40.000 euros para amueblarla con sillas, mesas y literas y presentarlo a la Diputación.