Urbanismo
Ponferrada pedirá a la Junta un nuevo ARU para toda La Puebla y Flores del Sil
Agotados los 623.000 euros de la primera anualidad tras recibir 33 peticiones para mejorar 266 viviendas
El barrio de Flores del Sil, con viviendas necesitadas de reformas, creció en los años de la ‘Ciudad del Dólar’. ANA F. BARREDO
El Área de Regeneración Urbana (ARU) que promueven la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Ponferrada en el barrio de La Puebla Norte debería extenderse a toda La Puebla y a la populosa barriada de Flores del Sil. Así lo solicitará el Ayuntamiento a la administración autonómica para completar ocho anualidades y recibir al menos otros 4,5 millones de euros como en la primera fase en marcha, de cuatro años, según adelantó el concejal encargado del área de Urbanismo, Pedro Fernández.
Se trata de edificios construidos en los años de expansión económica ligada al carbón y a Endesa en los que a Ponferrada se la conocía como la Ciudad del Dólar. Bloques de viviendas que «se construyeron de aquella manera...», asegura el concejal, y que necesitan inversiones para mejorar su eficiencia energética y su accesibilidad.
El edil reconoció que los primeros 623.000 euros consignados para financiar actuaciones de propietarios particulares en edificios de La Puebla Norte «está agotados» después de recibir 33 solicitudes, en su mayor parte de comunidades de vecinos, para intervenir en 266 viviendas. Las obras sustituirán la carpintería metálica, puertas y ventanas, mejoraran el aislamiento de las fachadas, cambiarán tejados y en algunos casos mejorará el acceso a los inmuebles y reforzarán su estructura. El Ayuntamiento debe ahora aprobar las solicitudes y en caso de que no haya fondos para todas, algunas deberán quedar para la segunda anualidad.
4,5 millones al menos
El edil de Urbanismo entiende que la ciudad debería contar con 4,5 millones más al menos
En cualquier caso, Fernández estaba ayer satisfecho con la respuesta al ARU. «Hay mucho interés en rehabilitar viviendas. Estamos en el buen camino».
Fernández aseguró que la recuperación de viviendas antiguas, más que la construcción de obra nueva, podría convertirse en un motor económico para la ciudad a corto plazo y una forma de contribuir a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono con edificios más eficientes energéticamente, que consuman menos electricidad y calefacción.
La primera fase de cuatro anualidades del ARU supondría la inversión de 4,5 millones de euros, 2,25 millones destinados a intervenir en espacios públicos con obras de urbanización de calles y plazas, y el resto destinado a subvencionar a propietarios particulares que emprendan reformas en sus edificios y viviendas.
Extensión a la periferia
La primera fase, que arranca con las solicitudes presentadas y que corresponden al año 2019 podría prolongarse hasta el año 2023. Fernández espera que la Junta confirme ahora el dinero para las siguientes tres anualidades y ya tiene claro que el ARU debería continuar hacia otras zonas de la ciudad igual de necesitadas, el sur de La Puebla y Flores del Sil, que creció con la inmigración de los pueblos del Bierzo y de Andalucía, pero también otras áreas de la periferia de la ciudad, en un momento dado.
Muchos de esos edificios, sin el aislamiento ni las ventanas adecuadas, con calderas de carbón y sin ascensor, no resultan eficientes en materia energética ni atractivos para nuevos inquilinos. Son tantos que su recuperación podría generar un importante movimiento económico en el sector de la construcción y las reformas para tirar de la economía local.