Diario de León

Historias con historia

La primera canción protesta nació en Ponferrada

El hijo de Juanito Valderrama reivindica ‘El emigrante’ como un tema dedicado a los perdedores de la guerra que su padre comenzó a componer en una factura del Hotel Madrid tras actuar en Ponferrada

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Ponferrada

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La canción El emigrante es para Ponferrada uno de los pasajes más emblemáticos de la Ciudad del Dólar. Porque fue aquí, y no en ningún otro lugar, donde nació una de las coplas más famosas de la historia de la música en España. Y es un capítulo de la Ciudad del Dólar porque coincidió con la época de más bonanza del Bierzo, cuando el carbón era el oro negro, Ponferrada era parada de grandes artistas y la Avenida de la Puebla dibujaba una ciudad emergente abierta a todo aquel que quería trabajar.

Fue en el antiguo Hotel Madrid donde Juanito Valderrama escribió la letra, aunque sus orígenes, recuerda su hijo Juan, fueron lejos, en el norte de Marruecos. Allí, comenta Juan Valderrama, su padre conoció a muchos exiliados de la guerra en los años 40 mientras cantaba por ciudades como Tánger. «Conoció mucha gente que había perdido la guerra y no podía volver a España. Me contaba a veces una actuación en el teatro Cervantes de Tánger, con tantos españoles llorando. Fue dramático; mi padre lo pasó muy mal», asegura el hijo del inolvidable artista, también cantante, en declaraciones a este periódico.

Como nació El emigrante lo contó en el libro que escribió sobre el maestro de Torredelcampo el escritor y periodista Antonio Burgos, y también se puede leer en la Wikipedia, la enciclopedia de Internet. Fue en 1949, mientras actuaba en Ponferrada, acompañado a la guitarra por su amigo, Niño Ricardo. En medio de la actuación, Manuel Serrapí Sánchez, que así se llamaba este guitarrista que acompañó a Juanito Valderrama durante tantos años, improvisó lo que se llama una frase musical. «No me pierdas esa frase que acabas de hacer», le dijo el maestro. Y así, tras bajar del escenario y en la factura del Hotel Madrid donde se alojaba, nació aquello de «Adiós mi España querida, dentro de mi alma te llevo metía...». La factura no se conserva, lamenta su hijo. «Ojalá la tuviera», comenta con una sonrisa recordando aquel pasaje de la vida de su padre.

«A lo largo de esa misma gira, de camino a Larache, Valderrama fue escribiendo el resto, recordando su actuación ante exiliados españoles que vivían en Tánger. Ya en Larache, se juntaron en el piano del teatro, Valderrama y Niño Ricardo que fueron componiendo la canción y el maestro Pitto, que era el pianista que acompañaba al espectáculo y el encargado de transcribir a la partitura la composición. Según relato de Valderrama, tuvieron que firmar los tres, aunque Pitto «no había puesto ni una nota» porque tenía que figurar un músico «cualificado» que firmara la partitura», dice la Wikipedia sobre El emigrante , que dejó su primer sello en el Hotel Madrid de Ponferrada, el más emblemático de la Ciudad del Dólar, dice también la Wikipedia.

Aunque con el tiempo la canción se ligara más a los emigrantes españoles a Europa de los años 50, 60 y 70, la verdadera historia tiene que ver con el exilio. «Fue una canción que mi padre compuso para los perdedores de la guerra», insiste Juan Valderrama hijo. Y eso que al principio pasó sin pena de gloria. «No tuvo gran éxito, aunque fuera muy bonita», explica desde su casa de Sevilla.

En medio de esta pandemia, 71 años después, la canción de El emigrante sigue hoy vigente pese al daño que hizo a la copla el franquismo, asegura Juan Valderrama. «Se quiso adueñar de tanto talento, El emigrante es una canción protesta, la primera canción protesta que se hizo. Su origen es el exilio», insiste.

En esa recuperación del verdadero espíritu de una de las mejores canciones que compuso su padre, sostiene, tiene mucho que ver otro gran artista como Joan Manuel Serrat, muy amigo de su padre, con quien compartió escenario para cantarla, como otros éxitos del artista andaluz.

En cierta ocasión, recuerda Juan Valderrama, su padre la cantó ante Franco, en una finca en San Martín de Valdeiglesias, provincia de Madrid. «Lo había organizado la mujer de Franco, que después no pagaba a los artistas. Mi padre la cantó con miedo, porque Franco no era gilipollas y sabía lo que decía la letra. Recordaba mi padre que le pidió que la volviera a cantar, y al acabar la actuación, le dijo: muy bonita canción, muy patriótica. Vamos, que me he enterado. Ahí acabó la cosa y no la censuraron tampoco».

Que la copla no es, ni era, un género franquista, dice, lo demuestran los temas de los que habla: el maltrato, el abandono... «El franquismo se quiso apropiar de la copla, como de la literatura, de los toros... Así fue hasta que artistas como Serrat, Carlos Cano perdieron el miedo y cantaron también coplas», explica Valderrama.

La Ciudad del Dólar reflejó «una ciudad que en cierta forma también nació de los emigrantes», comenta el director de la Biblioteca Municipal de Ponferrada, Jesús Álvarez Courel, uno de los impulsores de que se acuñe esa denominación como marca de la capital berciana. Lo cierto es que para la historia, para la música, para la familia Valderrama, Ponferrada suena como parte de una época. «¿Sigue abierto el Hotel Madrid?», pregunta Juan Valderrama hijo. «Me gustaría cantar allí algún día El emigrante en el mismo lugar donde la compuso mi padre». Ahí queda.

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