Diario de León

Desmantelamiento

VÍDEO | El principio del fin de Compostilla II

Endesa ya ha iniciado el desmantelamiento de los grupos 3, 4 y 5 de la central térmica, que durará cuatro años y generará 267.000 toneladas de residuos Las chimeneas y las torres de refrigeración serán voladas con explosivos

Ponferrada

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De momento, se han eliminado las cintas y otros equipos de superficie que habrían interferido en la clausura de los vertederos, que ya ha comenzado. Así mismo, se han vaciado tanques de combustibles y aceites, se han desmontado cableado, cuadros eléctricos, luminarias y chapas; y se han iniciado los primeros trabajos de desmantelamiento en la zona de desulfuración de los grupos 4 y 5.

El desmantelamiento de los grupos 3, 4 y 5 de la central térmica Compostilla II de Cubillos del Sil ha comenzado. Por delante quedan cuatro años de trabajo en los que se emplearán hasta 130 personas en los momentos de mayor carga laboral, siendo el 80% mano de obra local. Las chimeneas de humos y las torres de refrigeración serán dinamitadas y el desarme total de las instalaciones generará 266.870 toneladas estimadas de residuos. El 90% de ellos serán valorizados para su posterior reutilización. De momento, el plan de desmantelamiento está en fase de realización de los trabajos previos. El siguiente paso llevará directamente a los edificios de turbinas y las calderas, y el último —a finales de 2025— se centrará en la remediación de los suelos.

El director general de Endesa Noroeste, Miguel Temboury, desgranó ayer los detalles del proyecto de desmantelamiento de los tres últimos grupos térmicos de la central de Cubillos, que entraron en funcionamiento entre los años 1972 y 1985 y sumaban una potencia de algo más de 1.051 megavatios. Cabe recordar que el desarme de los grupos 1 y 2 ya está en marcha desde hace meses y en un estado muy avanzado.

Junto a Miguel Temboury, también compareció el jefe del proyecto de desmantelamiento, Francisco Naya. Lo hicieron en uno de los edificios de Compostilla II, poco antes de realizar un recorrido por sus instalaciones para ver el avance de los trabajos. «Endesa ha implicado a todas las áreas de la compañía para llevar a cabo un desmantelamiento que no solo técnicamente sea ejemplar, sino que sea sostenible y con principios de economía circular. Y lo estamos consiguiendo», aseguró el director general de Endesa Noroeste, que puso en valor que el 80% del empleo generado sean trabajadores de la comarca y, además, cualificados «gracias a los cuatro cursos de formación que hemos impartido en colaboración con la Fundación Santa Bárbara y la Fundación Ciudad de la Energía». 200 personas han participado en este proceso formativo.

 

Más de 60 millones de euros se invertirán en poner fin a una central «histórica» —subrayó Naya— que ocupa una superficie total de 375 hectáreas que han sido divididas en siete zonas de demolición: Turbinas (1), calderas (2), plantas de desulfuración de gases (3), estructuras esbeltas (4), parque de carbones (5), edificios y estructuras varias (6), y elementos singulares (7). En esta última zona están incluidos el ferrocarril y la galerías enterradas. Todo ello será historia a finales de 2025 y los elementos más identificativos de la central, es decir, las dos torres de refrigeración y las tres chimeneas, caerán en agosto de 2020, las primeras; y en junio y diciembre de 2023, las segundas.

 

Reciclaje de residuos

El 90% de los residuos serán seleccionados y valorizados para su posterior reutilización

 

Endesa recurrirá a voladuras con explosivos para desmontar estas moles de hormigón. Las chimeneas miden 120, 270 y 290 metros respectivamente; mientras que las torres, idénticas, tiene una altura de 109 metros y un diámetro de 79,5 metros. «La voladura es el sistema más seguro para abatir las estructuras esbeltas», aseguró el responsable del desmantelamiento.

En principio, el plan contempla la demolición de todos los elementos e instalaciones de la central térmica Compostilla II, pero algunas podrán salvarse si son necesarias para el proyecto que resulte seleccionado en el marco del plan Futur-e que la multinacional ha puesto en marcha para buscar una alternativa empresarial que se instale en los terrenos de la central. «El proyecto de desmantelamiento no está enfocado, en ningún momento, como un negocio», defendió Temboury. Él mismo subrayó que tanto el desmantelamiento como el Futur-e forman parte de un plan «más amplio que incluye inversiones en energías renovables».

 

La encrucijada de las renovables

Actualmente, Endesa está tramitando el desarrollo 625 megavatios en parques eólicos y fotovoltaicos en el Bierzo y el director general de Endesa Noroeste no es ajeno a la incertidumbre, las dudas y la oposición que el despliegue de macroproyectos renovables ha generado en algunas zonas de la comarca. «Hemos encontrado preocupación y alegaciones y yo creo que eso es algo normal dentro del proceso en el que nos encontramos. Se tienen que dar las explicaciones que sean necesarias para resolver las dudas que surjan. Es lo habitual y es lo que nos estamos encontrando en todas partes», dijo Miguel Temboury antes de asegurar que «el impacto de riqueza y empleo de estos proyectos es muy positivo para la zona».

 

Dinamita

Las torres caerán en agosto de 2022 y las chimeneas en junio y diciembre de 2023

 

«Solo en Galicia, se pagan anualmente 120 millones de euros en tasas que van al gobierno regional y, principalmente, a los municipios», defendió el director territorial de Endesa, que también recalcó que «estos proyectos son compatibles con las actividades existentes». «No estamos hablando de un impacto que neutralice las actividades económicas previas».

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